La madre de Kaiden, Ashley esperó horas para que los atendieron, pero sintió que el tratamiento no fue el adecuado y se puso en contacto con el Hospital Shriners para Niños de Boston. Consiguieron una cita al día siguiente, recibieron atención compasiva y la tranquilidad de que Kaiden se recuperaría rápidamente.
Kaiden sufrió una lesión por escaldadura durante una pelea de agua en su último día de campamento de verano. Los campistas tenían acceso a un dispensador de agua con agua fría y caliente. Otro campista usó sin darse cuenta la palanca caliente para llenar una taza con agua y la arrojó, golpeando a Kaiden. “El agua que salía del dispensador estaba tan caliente que le quemó la camisa a Kaiden y le llegó hasta la parte superior derecha del abdomen y el brazo derecho”, explicó Ashley. “Nos llamaron a mi esposo Stephen y a mí y lo llevamos rápidamente a la sala de emergencias local”.
Cuando la familia de Kaiden salió de la sala de emergencias varias horas después, Ashley estaba preocupada por la cantidad de malestar que aún experimentaba su hijo. “Como madre no me sentía bien con la atención que habíamos recibido”, explicó. “Comencé a investigar diferentes lugares que se especializan en quemaduras y atención de heridas y entonces llegué al sitio web de Shriners Children's y el hospital de Boston. Llamé y pude programar una cita para la mañana siguiente, un sábado. Hicimos el viaje desde Connecticut y la atención que recibimos fue extraordinaria”.
Además de dar tratamiento a la lesión por quemadura de Kaiden, el personal de Shriners Boston se tomó el tiempo para conocerlo y explicarle los próximos pasos de su plan de atención. “El médico era divertido, cariñoso y realmente atento”, dijo Ashley. “Los enfermeros que rodeaban a Kaiden hablaban con él como si realmente estuvieran interesados en él como niño”.
Kaiden no tiene ninguna cicatriz. Pareciera como si nada hubiera pasado. ¡Estamos infinitamente agradecidos con el Hospital Shriners para Niños de Boston!
Gracias al equipo de atención de Kaiden, Ashley y Stephen también aprendieron más sobre el tipo de dispensador de agua que provocó la lesión de Kaiden. “No me di cuenta de lo caliente que puede llegar a estar el agua”, dijo Ashley. “El médico nos explicó lo peligrosos que son. El dispensador de agua caliente típico puede alcanzar temperaturas de alrededor de 190 °F a 203 °F (88 °C a 95 °C), casi hirviendo. La palanca de agua caliente siempre debe estar desconectada cuando los niños tengan acceso”.
Cuando salieron del Hospital Shriners para Niños de Boston, le dieron a Ashley un número para enviarle un mensaje de texto con cualquier pregunta o inquietud. Un enfermero llamó para verificar cómo estaba dos días después, y entre cada cita de seguimiento, el equipo de atención de Kaiden se mantuvo en contacto. “Estamos muy agradecidos por todo lo que el personal hizo por nosotros”, dijo Ashley. “Kaiden recibió mucho amor y cuidado. Las llamadas para estar al tanto de su bienestar físico y mental fueron increíbles”.
Kaiden volvió en poco tiempo a sus actividades favoritas, incluido el béisbol. Según Ashley, nunca está sin su guante y una pelota. Es un gran fanático de los Yankees de Nueva York, especialmente de Aaron Judge, su jugador favorito. También disfruta hacer pulseras de telar, coleccionar tarjetas de Pokémon y de béisbol, viajar y todo lo relacionado con Disney.
Ashley y Stephen no podían creer lo rápido que se curaron las heridas de Kaiden. Pudieron mantener los planes de vacaciones de verano de su familia según lo previsto, que habían temido que sea necesario cancelarlos cuando ocurrió su accidente. “Kaiden no tiene ninguna cicatriz. Parece como si nada hubiera pasado”, dijo Ashley. “¡Estamos infinitamente agradecidos con el Hospital Shriners para Niños de Boston!”.
