Quemaduras de sol

Quemaduras solares de primer grado:

• Quemadura leve que afecta la capa externa de la piel (epidermis).
• Presenta síntomas de enrojecimiento, dolor y una ligera hinchazón.
• Generalmente se cura en unos días o una semana con el cuidado adecuado.

Quemaduras solares de segundo grado:

• Quemaduras más graves, que afectan tanto la capa externa como la piel subyacente (dermis).
• Los síntomas incluyen enrojecimiento intenso, ampollas, hinchazón y dolor significativo.
• Pueden tardar algunas semanas en curarse y pueden dejar cicatrices si no se las trata adecuadamente.

Quemaduras solares de tercer grado:

• Quemaduras extremadamente graves que penetras profundamente en las capas de la piel y puede afectar nervios, vasos sanguíneos y músculos.
• Los síntomas incluyen carbonización u oscurecimiento de la piel, ampollas de amplia extensión y un dolor intenso.
• Las quemaduras solares de tercer grado requieren atención médica inmediata y pueden provocar daños permanentes en los tejidos.

Las lesiones por quemaduras solares o eritemas solares son dolorosas y requieren atención médica profesional si van más allá de una quemadura leve.

Si su hijo sufre una quemadura solar:

• Aplique compresas frías sobre su piel o propóngale tomar un baño con agua fresca para calmar el ardor.
• Aplique suavemente una crema o gel que contenga ingredientes como aloe para aliviar el escozor de la quemadura solar. Puede refrigerar la crema antes de aplicársela para que se sienta aún mejor en la piel.
• Dele un analgésico de venta libre con paracetamol. Asegúrese de darle la dosis adecuada para su edad y su peso.
• Asegúrese de que el niño beba abundante agua para mantenerse hidratado
• No permita que se exponga al sol hasta que la quemadura no haya sanado.

Importante: Nunca coloque hielo sobre una quemadura, incluidas las de sol. Si los síntomas son moderados o graves, acuda a un centro de atención médica.

La prevención de quemaduras es importante durante todo el año. Los niños pueden sufrir quemaduras con rapidez. Estos consejos ayudarán a prevenir lesiones por quemaduras. Tenga cuidado con los medicamentos que pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol.

Protector solar

• El factor de protección solar (FPS) mide la capacidad de un protector solar de proteger al usuario contra los rayos UVB.
• A mayor valor de FPS, mayor protección, pero ningún protector solar puede bloquear el 100% de los rayos UV.
• Elija un protector solar de amplio espectro que proteja contra los rayos UVA y UVB.
• Utilice protector solar con FPS 30 o superior para una protección adecuada.
• Aplique el protector solar de manera generosa y uniforme sobre toda la piel expuesta.
• Vuelva a aplicar el protector solar cada dos horas, o con más frecuencia si su hijo está jugando en el agua o sudando. (Lea las instrucciones del producto)

Ropa y accesorios

• Los bebés de menos de seis meses deberán estar fuera del alcance del sol directo, y vístalos con un sombrero y ropa liviana que cubra los brazos y las piernas. Ante la ausencia de ropa o sombra apropiadas, se puede aplicar una mínima cantidad de protector solar con un factor de protección (FPS) de al menos 15 en las zonas pequeñas, como el rostro y el dorso de las manos.
• Los niños mayores de 6 meses deberán estar vestidos con ropa protectora holgada, de telas cerradas o de urdimbre cerrada, que cubra los brazos y las piernas.
• Los sombreros de ala ancha le permitirán proteger la cara, las orejas y el cuello.
• Utilice gafas de sol con filtro UV para proteger los ojos de su hijo de los rayos dañinos.
  

Tiempos de exposición al sol

• Realice pausas frecuentes del sol en áreas con sombra, especialmente cuando el sol esté más fuerte, entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
• Busque sombra o utilice una sombrilla o un toldo.
• Tenga cuidado con el reflejo de la luz solar en el agua, la arena o la nieve, ya que esto puede aumentar la exposición a los rayos UV.

La descamación por quemaduras solares se produce como parte del proceso de curación natural del cuerpo en respuesta al daño causado por la exposición excesiva a los rayos UV del sol.

La piel se descama por los siguientes motivos:

• Daño celular: Cuando la piel está expuesta a una radiación UV intensa, puede sufrir daños en las células cutáneas. Los rayos UV penetran la capa externa de la piel (epidermis) y llegan a las capas más profundas, lo que daña el ADN y altera el funcionamiento normal de las células de la piel.
• Respuesta inflamatoria: El sistema inmunitario del cuerpo reconoce las células dañadas de la piel e inicia una respuesta inflamatoria para reparar el daño. La inflamación es la forma que tiene el cuerpo de protegerse y curarse.
• Aumento del recambio celular: Como parte del proceso de curación, el cuerpo desencadena un mayor ritmo de renovación de las células de la piel. Se producen rápidamente nuevas células para reemplazar aquellas dañadas.
• Eliminación de células muertas de la piel: Con la formación de nuevas células, las células dañadas y muertas de la capa más externa de la epidermis comienzan a desprenderse de la superficie de la piel. Este proceso es el que conduce a la descamación o “pelarse”.
• Regeneración de la piel sana: La descamación sirve para eliminar la piel dañada y dar paso a células nuevas y más sanas que se encuentran debajo. Esto promueve la regeneración de la capa epidérmica y acelera el proceso de curación.

La descamación después de una quemadura solar es un mecanismo natural para eliminar la piel dañada y promover el crecimiento de piel sana. Sin embargo, evite despegar o arrancar la piel que se está pelando, ya que puede provocar más irritación o infección y retrasar el proceso de curación. En lugar de ello, mantenga el área afectada hidratada y protegida de la exposición al sol, y permita que la descamación se produzca de forma natural.

Puede aplicarse lociones calmantes o gel de aloe vera para aliviar las molestias durante este proceso. Si tiene una quemadura solar grave o le preocupa el proceso de curación, consulte a un profesional de la salud para obtener orientación y atención adecuadas.

Las gafas de sol son importantes por varias razones. Elija gafas de sol con protección UV y considere usar lentes polarizadas para una mejor reducción del resplandor y comodidad ocular. Unos lentes de sol de calidad son una inversión en su salud ocular y en su bienestar general.

Las gafas de sol son importantes por los siguientes motivos:

• Protegen sus ojos: Las gafas de sol protegen sus ojos de los rayos UV perjudiciales, lo que reduce el riesgo de sufrir daño ocular y ciertas enfermedades de los ojos, como cataratas y degeneración macular.
• Protegen su piel: Proporcionan una barrera para la delicada piel del contorno de los ojos, reduciendo las posibilidades de aparición de arrugas y cáncer de piel causados por la exposición al sol.
• Reducen el resplandor: Las gafas de sol minimizan el resplandor de superficies como el agua, la nieve o las carreteras, lo cual mejora la visibilidad y reduce la fatiga visual.
• Comodidad y visión: Mejoran el confort visual, facilitando la visión en luz solar intensa y evitan que deba entrecerrar los ojos, que puede provocar dolores de cabeza.
• Previenen la fotoqueratitis: Usar gafas de sol en días soleados, especialmente en lugares con nieve o playa, ayuda a prevenir la fotoqueratitis, una dolorosa afección ocular similar a las quemaduras solares.
• Reducen la fatiga ocular: Los lentes de sol ayudan a reducir la fatiga ocular causada por la exposición prolongada a la luz brillante, lo cual promueve un mejor rendimiento visual.
• Seguridad al volante: Las gafas de sol fortalecen la seguridad al volante, ya que mejoran su visión y reducen el resplandor, factor de accidentes causados por ceguera temporal.

Recuerde que estos consejos son pautas generales y es imprescindible consultar con un profesional médico para obtener asesoramiento personalizado.