"Pie equino varo" (PEV) es el término médico para el pie zambo, y nuestros ortopedistas pediátricos son especialistas en esta afección frecuente y tratable.
En la mayoría de los casos de pie zambo, el pie parece estar torcido hacia adentro a la altura del tobillo. Si bien el pie zambo puede detectarse durante el embarazo, es evidente al nacer. Se produce con el doble de frecuencia en los varones y puede afectar ambos pies (pie zambo bilateral) o uno solo.
El pie zambo suele ser hereditario. Aunque se desconocen las causas del pie zambo (idiopático), no se considera que sea resultado de alguna acción realizada durante el embarazo. Si bien muchas veces no está relacionado, el pie zambo puede cursar con otros trastornos o síndromes, como displasia del desarrollo de la cadera, espina bífida o artrogriposis.
El pie zambo es tratable, y la mayoría de los pacientes pueden usar sin problemas el pie que alguna vez tuvieron afectado.
Los tratamientos y servicios específicos pueden variar según el centro de atención. Comuníquese con un centro de atención específico para obtener más información.
Estadísticas del pie zambo
La probabilidad de que su hijo tenga pie zambo aumenta con los antecedentes en la familia:
- Para los padres sin antecedentes médicos familiares de pie zambo y ningún otro niño con esta afección, la probabilidad de tener un hijo con pie zambo es de 1 en 1000.
- Si un niño nace con pie zambo, los futuros hermanos tienen un 3 % (3 en 100) de probabilidades de tener la misma afección.
- Los padres que tuvieron pie zambo tienen un 20 % a 30 % de posibilidades de tener un hijo con esta afección.
Opciones de tratamiento del pie zambo
Método Ponseti
El método Ponseti se viene usando desde hace unos 50 años. Recibe su nombre del Dr. Ignacio Ponseti. Este tratamiento se empieza apenas nace el bebé. Este es el período en que los ligamentos, articulaciones y tendones son más flexibles. El método Ponseti incluye masajear y mover suavemente las partes del pie para estirar los segmentos rígidos o acortados del pie zambo lentamente hasta alcanzar una buena posición. Luego se sostiene la posición del pie con un yeso en toda la pierna durante una semana por vez. En este período, los músculos y ligamentos se estiran lo suficiente como para corregir un poco más la posición del pie. Se quita el yeso y se vuelve a masajear o estirar el pie para moverlo a una posición mejor. Se vuelve a colocar un yeso y, después de unas seis a ocho semanas, y seis a ocho yesos, el pie se encuentra en una buena posición.
Tenotomía
Para ayudar a que el pie quede en la mejor posición posible, la mayoría de los bebés con pie zambo necesitarán un alargamiento del tendón de Aquiles. Esto se llama "tenotomía". El tendón de Aquiles es un tendón fuerte que va desde los músculos de la pantorrilla hasta el talón. Este tendón puede estar tan rígido que el pie no llega a la posición correcta, pero esto se puede arreglar con una tenotomía. Con este procedimiento, se puede corregir el pie para que quede en la mejor posición. Luego se coloca un yeso durante las tres semanas siguientes hasta que el tendón sana por completo. Este último yeso se quita en la clínica y se coloca un entablillado especial (dispositivo ortopédico) para evitar que el pie regrese a la mala posición.
Dispositivos ortopédicos
Este dispositivo ortopédico especial está formado por dos zapatos abiertos de punta alta que se fijan a una barra de metal. Durante los primeros tres meses, el dispositivo se debe usar todo el tiempo (23 de las 24 horas del día). Después, revisaremos a su hijo en la clínica. Si el pie va bien, su hijo podrá usar el dispositivo solo por las noches y cuando duerme la siesta. Es importante usar el dispositivo ortopédico siguiendo las indicaciones al pie de la letra. Si no se usa correctamente cada día, puede que el pie no se corrija bien. Los niños con pie zambo tienen que usar el dispositivo ortopédico alrededor de la edad de 4 años.
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