Adolescente con escoliosis aspira a inspirar a otros

Adolescente con escoliosis aspira a inspirar a otros

Cuando Ka'iulani se enteró de que tenía escoliosis, temió que todo cambiara para mal. Sin embargo, el equipo del Hospital Shriners para Niños de Honolulu logró que esta experiencia fuera positiva tanto para la adolescente como para su familia. Desde servicios de ortodoncia hasta fisioterapia, todo lo que necesitaban estaba en el Hospital Shriners para Niños de Honolulu. Su equipo de atención siempre estuvo ahí para responder todas las preguntas y aliviar cualquier inquietud. Ahora, Ka'iulani quiere ser un modelo a seguir y ayudar a los niños que tienen escoliosis para que sepan que no deben tener miedo y que son lo suficientemente fuertes para superarlo.
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Ka'iulani:

Cuando supe por primera vez que tenía escoliosis, sentí que mi mundo se estaba desmoronando. Pensé que todo cambiaría para mal y que mi corsé me impediría hacer aquellas actividades que amo como jugar vóleibol y practicar hula. Pensé que mis amigos se iban a burlar de mi corsé. Estaba triste y confundida, y pensé que ya no serían mis amigos.

Marissa:

Me rompió el corazón ver lo triste que estaba mi hija cuando supo que necesitaría un dispositivo ortopédico. Sin embargo, el equipo de Shriners logró que fuera algo positivo y no podría haber pedido una mejor atención para Ka'iulani.

Ka'iulani:

Necesitaba muchas radiografías para que los médicos pudieran ver cómo podían ayudarme.

Marissa:

Si bien tuvieron que realizarle muchas radiografías, el dispositivo EOS reduce la exposición a la radiación para los niños hasta en un 85%, lo cual es un gran alivio. Shriners tiene todo lo que necesitábamos, desde dispositivos ortopédicos hasta la fisioterapia, por eso es muy conveniente. Shriners siempre está disponible para responder mis preguntas y aliviar mis inquietudes.

Ka'iulani:

Amo a mi mamá porque me ayuda a lidiar con mis emociones. Y todos en Shriners son increíbles. Me hicieron sentir cómoda y me hicieron reír. He aprendido a vivir con mi corsé, que en realidad no es tan malo. Y mis amigos ni siquiera saben cuándo lo estoy usando. Ahora quiero ser un modelo a seguir para los niños con escoliosis, para que sepan que no es tan aterrador y que son lo suficientemente fuertes para superarlo.

Marissa:

Estoy tan orgullosa de mi niña. Adoro su fuerza interior y su confianza. Y gracias a Shriner, está sana y feliz. Eso es lo es todo.