El Hospital Shriners para Niños de Boston se convierte en una segunda familia para Leufry

Leufry, expaciente del Hospital Shriners para Niños de Boston, se emociona al recordar su tratamiento de varios años en el hospital.

“Estoy muy agradecido por todo: el apoyo, el amor, el cuidado y la comprensión”. Comenzó a ser paciente del Hospital Shriners para Niños de Boston cuando tenía solo 6 años. Hoy tiene 21 años, y dice que el personal del hospital se ha convertido en su segunda familia.

Leufry sufrió quemaduras en más del 30 % del cuerpo por un cable de alta tensión que le cayó encima cuando salía al balcón, en República Dominicana, su país natal. Su abuela lo encontró inconsciente. Fue trasladado de urgencia a un hospital pediátrico en Santo Domingo, donde durante varios meses lo sometieron a múltiples procedimientos. Fue atendido por el equipo de extensión del Hospital Shriners para Niños de Boston en una clínica en la República Dominicana y, desde entonces, viaja periódicamente a Boston para atenderse. “Con Dios, junto con la ayuda de mi madre y los médicos del Hospital Shriners para Niños de Boston, mi salud comenzó a mejorar poco a poco”, dijo Leufry. “Me sentí muy contento en el Hospital Shriners de Boston con el maravilloso trato y la atención amorosa del personal”.

El equipo de atención de Leufry incluye al Dr. Matthias Donelan, MD, un cirujano plástico que pasó más de 40 años en el personal de cirujanos, y recientemente se ha jubilado.

El Dr. Donelan dijo que la atención de quemaduras en el futuro será cada vez menos cirugía y más tratamiento con láser. Ha utilizado terapia láser para ayudar a Leufry a ganar más movilidad en el brazo y el cuello. “Estos avances no solo evitan que los niños deban realizarse cirugías, sino que contribuyen a mejorar los resultados y la calidad de vida a largo plazo de nuestros pacientes”, expresó el Dr. Donelan.

Para Leufry, esto implicó pasar menos veces por el quirófano, mejor movilidad y que sus cicatrices de quemaduras tengan una apariencia mejorada. Leufry puede hacer las cosas que ama gracias a la atención que le cambió la vida y que recibió en el Hospital Shriners para Niños de Boston.

Leufry también tiene buenos recuerdos del tiempo pasado con el equipo de fisioterapia del Hospital Shriners para Niños de Boston, que lo ayudaron a llegar hasta donde está hoy. “Puedo mover mi cuerpo al 100% gracias a ellos”. Ahora es deportista y ahora puede participar en sus deportes y actividades favoritas. “Cuando era niño no podía usar la mano, y quería jugar béisbol. Después de pasar un tiempo en Shriners, pude jugar béisbol. También puedo jugar al baloncesto y es algo que hago a diario”, contó Leufry. “Puedo hacer ejercicios como saltos de tijera y estirar los brazos, cosas que antes no podía hacer”.

Sandra Barrett, BSN, RN, CCM, gerenta de atención de enfermería, ayudó a coordinar la atención de Leufry, por lo que también fue un miembro importante de su equipo médico. “Sandy siempre ha sido muy buena conmigo”, dijo Leufry. “Sandy siempre me trata muy bien cada vez que la veo. Cuando llego o me voy del hospital, Sandy siempre me abraza, eso significa mucho para mí”. Leufry contó que la experiencia en Shriners Children's lo ha ayudado a crecer emocional y físicamente.

Además formó un vínculo especial con la fotógrafa médica Susan Brogna. “Susie siempre me apoyaba mucho cuando me tomaba fotografías”, dijo Leufry. Susan ayuda a documentar las trayectorias de tratamiento de los pacientes pediátricos, tomándoles fotografías. “Al principio, en las primeras fotos que me sacó, yo no sonreía. Gracias al carisma de Susie, ella me hacía sonreír y me hacía sentir bien”.

A Leufry se le cae una lágrima de alegría cuando recuerda lo mucho que le encantaba ver al personal del Hospital Shriners para Niños de Boston durante sus visitas. Otra favorita fue Miriam Kearns, intérprete médica en el Hospital Shriners para Niños de Boston. Ella ayudó a Leufry a realizar sus consultas médicas, proporcionándole servicios de traducción. “Son buenas personas. Valoro la personalidad de todo el personal del Hospital Shriners para Niños de Boston. Me siento muy agradecido y lleno de amor”, dijo Leufry.

Un consejo que Leufry quiere compartir con los pacientes más jóvenes es que tengan esperanza y que piensen de manera optimista. “Para aquellos que han tenido accidentes, no permitan que eso les impida seguir adelante”, dijo. “Lo más bonito es la vida y seguir viviendo”.

Este otoño, Leufry finalizó su programa de atención en el Hospital Shriners para Niños de Boston y tocó la campana para celebrar su historia vivida. Fue una ceremonia emotiva, llena de lágrimas de alegría. Leufry dijo unas palabras para su equipo de atención, agradeciéndoles por todo lo que hicieron por él a través de los años. Dijo: “Es triste no ser más paciente. pero esa tristeza está llena de amor. Todo el cariño que he recibido lo voy a llevar conmigo. Voy a extrañar mucho el Hospital Shriners para Niños de Boston”.