Sanación más allá de la superficie: Cómo la atención de quemaduras de Shriners Children's cambió la vida de Leslie

Leslie tenía sólo 16 años cuando su vida cambió en un instante.

Era una noche fría en Springerville, Arizona, la nevada ciudad natal de Leslie. Ella estaba cuidando la estufa de leña de la familia en el interior de la casa. Para encender el fuego, añadió diésel a la madera del interior, pero la botella se sobrecalentó y el combustible se incendió y explotó, envolviéndola en llamas.

A pesar del caos, el primer pensamiento de Leslie fue su hermana menor. Buscó por toda la casa hasta que encontró a su hermana sana y salva afuera de la casa: había saltado por una ventana. En su propio intento de extinguir las llamas, Leslie probó con tirarse al suelo y rodar, pero descubrió que esta técnica de seguridad contra incendios no es tan efectiva con el fuego químico. Un vecino finalmente sofocó el fuego con una manta, pero el daño ya estaba hecho.

La adrenalina enmascaró el dolor, y Leslie no tomó consciencia de la gravedad de sus heridas. Cuando llegó la ayuda, tenía quemaduras en el 80 % del cuerpo. Después de ser trasladada en avión a un hospital cercano, pasó casi dos meses en coma. Cuando despertó, se enteró de que le habían amputado ambas piernas: debajo de la rodilla una, y por encima de la rodilla la otra; ya que su cuerpo no había podido curar las piernas.

Encontrar atención y esperanza en Shriners Children's

Después del accidente, Leslie y su familia enfrentaron desafíos abrumadores, incluidos problemas financieros y la necesidad de encontrar un lugar donde vivir. La especialista en desarrollo infantil Erica, le presentó a la familia el Hospital Shriners para Niños del Norte de California, donde Leslie pudo acceder a la atención especializada de quemaduras que desesperadamente necesitaba, sin costo alguno para su familia.

El Instituto Pediátrico de Quemaduras Neil Reitman cuenta con amplio reconocimiento en Estados Unidos como uno de los principales centros de investigación y tratamiento de quemaduras pediátricas del mundo. El instituto brinda una atención integral de todo lo que implican las quemaduras; desde la gestión inicial, atención crítica y cobertura de heridas hasta rehabilitación, asistencia hospitalaria y reconstrucción.

El Hospital Shriners para Niños del Norte de California tiene el centro de tratamiento de quemaduras pediátricas más grande al oeste del Mississippi. Muchos hospitales y sistemas de atención médica derivan a sus pacientes más complejos y graves debido a la capacitación y la experiencia de los médicos especialistas en quemaduras de Shriners Children's, y la capacidad de estos profesionales para tratar las lesiones por quemaduras más complicadas y potencialmente mortales.

En Shriners, Leslie se sometió a numerosas cirugías de injerto de piel, con tejido extraído de su espalda para reparar quemaduras en todo su cuerpo. También comenzó tratamientos reconstructivos, incluyendo expansores de tejido en las mejillas, para restaurar una sensación de normalidad y comodidad en su apariencia.

El injerto de piel consiste en retirar piel sana y sin quemaduras del propio paciente y colocarla sobre la superficie de la quemadura, lo cual ayuda a que la quemadura sane.

Los expansores de tejido son implantes temporales que se utilizan para estirar la piel y los músculos en preparación para implantes permanentes o tratamientos de reconstrucción.

Leslie cuenta con un equipo de atención que incluye al Dr. Jason Heard, MD, Heather Rojas, NP, y el Dr. David Greenhalgh, MD, jefe emérito de quemados, quienes la han apoyado en esta experiencia. Aunque pensar en los detalles de sus cirugías la ponen nerviosa, Leslie encuentra tranquilidad en la minuciosidad con la que su equipo de atención le explica cada procedimiento.

Adaptarse a la nueva normalidad

Adaptarse a la vida sin piernas no ha sido fácil. Leslie trabaja en estrecha colaboración con Eric en el departamento de Servicios Ortopédicos y Prostéticos Pediátricos (POPS) del Hospital Shriners para Niños del Norte de California, y ahora tiene dos piernas protésicas. Si bien la han ayudado a recuperar la movilidad, el proceso ha sido frustrante a veces, especialmente para alguien a quien le encantaba jugar al fútbol. Ella pasa su tiempo entre aprender a caminar de nuevo y usar su silla de ruedas.

Después de sus cirugías, Leslie asistía diariamente a sesiones de fisioterapia y ergoterapia para ayudarla a desarrollar su fuerza y aprender cómo afrontar su vida cotidiana. Han pasado casi dos años y todavía va a estas sesiones, aunque con menos frecuencia.

“He tenido que bajar mucho el ritmo”, dijo Leslie. “Pero sé que puedo volver a hacer las cosas que amo”.

Decidida a recuperar sus pasiones, Leslie busca graduarse de la escuela secundaria. Las clases en línea y la enseñanza a domicilio lo han hecho posible, aunque transitar la vida usando una silla de ruedas ha añadido desafíos.

Los sueños para el futuro

Inspirada por su amor por los animales, Leslie sueña con convertirse en terapeuta con animales o veterinaria. Con la ayuda del personal de Shriners, está comenzando a postularse a universidades, incluida la Grand Canyon University, para estudiar cursos relacionados con la fe.

Mientras tanto, Leslie encuentra alegría en sus pasatiempos. Disfruta mucho tejer a crochet, una habilidad que aprendió de su madre cuando se estaba recuperabando en el hospital. Juntas confeccionan diademas, ramos de flores y tops. También le gusta hornear, experimentar con pasteles y recetas que encuentra en línea y leer novelas de fantasía.

La resiliencia y la determinación de Leslie brillan: ella está reconstruyendo su vida. El tratamiento de Leslie está lejos de haber terminado, pero encuentra fortaleza en su fe, su familia y la atención que ha recibido en el Hospital Shriners para Niños del Norte de California.

Con cada paso adelante, ya sea aprendiendo a caminar con prótesis, estudiando o persiguiendo sus sueños, Leslie está demostrando que incluso frente a desafíos inimaginables, la esperanza y la curación son posibles.