Una madre recuerda el largo viaje de su hija hasta el Hospital Shriners para Niños Texas
Belen no recuerda exactamente cómo ocurrió su accidente.
Solo recuerda que estaba jugando con un cachorro en una azotea de su ciudad natal en México y que su brazo derecho accidentalmente entró en contacto directo con cables eléctricos.
Los vecinos alertaron rápidamente a su mamá, Jovita, quien de inmediato fue a ver a su hija. Cuando vio a Belen por primera vez, dijo que su mente pensó en el peor resultado posible. “Llegué a la puerta de la casa y la vi tirada allí, toda quemada”, dijo. “Cuando la miré, estaba goteando un líquido y olía muy mal. Entonces pensé que mi hija había muerto”.
Llamaron una ambulancia, pero esta no podía llegar hasta el lugar donde se encontraba la familia. Entonces, Jovita decidió tomar el asunto en sus propias manos y usar la camioneta de la familia para llevar a Belen al hospital local. “Dije: 'Vamos, llevémosla'”, dijo. Una vez allí, le dijeron a la familia que Belén tenía heridas graves y que necesitaría un cardiólogo. Pero no había ningún tratamiento ni cardiólogo disponible.
Los médicos recomendaron que Belen buscara tratamiento en un hospital que estaba a casi dos horas y media de distancia. Sin embargo, ninguna ambulancia la llevaría tampoco hasta ese hospital. Entonces, Belen y su familia tendrían que hacer ellos mismos el difícil viaje. Después de un mes de tratamiento allí, el médico de Belen le recomendó que consultara a un cirujano plástico por las quemaduras en el brazo y cualquier posible infección.
Esto llevó a Belen y a su mamá al Hospital Shriners para Niños en Guadalajara. Allí la trataron por una infección en el brazo y le hicieron otra cirugía plástica. Sin embargo, Belen necesitaba que le repararan los tendones, un procedimiento que no realizaban en ese hospital. Por recomendación de su médico, la familia hizo un viaje de 10 horas desde Guadalajara hasta el Hospital Shriners para Niños en Galveston, Texas.
Doy gracias a Dios y a Shriners por cuidar de nosotros. Lo más hermoso es la atención que recibió. Estoy muy agradecida por todo el apoyo que nos han brindado, tanto a mi hija como a nosotros como padres también.
Desde que se convirtió en paciente del hospital de Texas, Belen recibió cuidado reconstructivo y terapia para aumentar la movilidad tanto en el brazo como en la mano. Si bien Belen aprecia mucho la rehabilitación física que recibe y lo divertida que es, su mamá agradece mucho el enfoque que brinda el Hospital Shriners para Niños Texas hacia el bienestar de la familia del paciente. “Doy gracias a Dios y a Shriners por cuidar de nosotros”, dijo Jovita. “Lo más hermoso es la atención que recibió. Estoy muy agradecida por todo el apoyo que nos han brindado, tanto a mi hija como a nosotros como padres también”.
Jovita se compromete a acompañar a Belen en este viaje, a menudo difícil. Recuerda muy bien los momentos difíciles, los innumerables viajes largos en automóvil y la decepción que enfrentaron en los consultorios médicos. Sin embargo, valió la pena solo por ver a su hija sonreír nuevamente y avanzar en su camino hacia la recuperación.
“He visto tantas cosas aquí que me sorprenden”, dijo. “Estoy muy agradecida. Estas son cosas que sé que nunca hubieran podido hacer por ella en México”.