Angela’s story is one of rehabilitation and pushing the limits of what everyone thought was possible. When she first arrived at Shriners Children’s Philadelphia in November 2021, she had already received spinal surgery at another hospital immediately after she was in a plane crash over the Poconos in Pennsylvania. It was a waiting game to let her wounds heal and to see the outcome from the surgery.
Her care at Shriners Children's Philadelphia has been rehabilitation for her spinal cord injury, focusing on muscle movement and gaining strength. Her first long term rehabilitation stay started in February of this year, and she’s had a few other stays and follow up appointments, including her most recent stay in July.
She is now strong enough to ride an adaptive bike! Her mother, Sharon, beamed while showing the video on her phone, explaining they’ve been able to track her strength through how far she gets down the road on the bike each time.
Y anda. Aquí estamos en la línea de salida. Aquí va Angela. Niña, estaré corriendo detrás de ti. Observa hasta dónde puedes llegar. Oh, creo que esta es una mala grabación de vídeo. Anda Angela, anda. Pedalea, pedalea, pedalea. Sigue empujando. El camino se está aplanando. Sigue empujando, niña. Empuja esos pedales. Empuja fuerte, empuja fuerte, empuja fuerte. Sigue, sigue. Sigue empujando esos pedales. Trabaja duro, sigue empujando, sigue empujando, sigue empujando. Sigue, sigue, sigue, sigue, sigue. Empuja, empuja, empuja, empuja. Empuja fuerte, empuja fuerte, empuja fuerte. Empujar. Sigue empujando. Sigue empujando. Buen trabajo. Muy bien. Hemos llegado al borde del camino de tierra en la primera prueba.
La historia de Angela te inspira al ver lo positiva que puede ser un niña, incluso en las situaciones más difíciles. No importa a lo que se haya enfrentado, Angela siempre tiene una sonrisa para compartir con quienes la rodean.
En noviembre de 2021, Angela y su papá Chris estaban por volar en su avión Cessna 150 cuando sucedió lo más inimaginable. Perdieron el control del avión y se estrellaron en el bosque. Estuvieron atrapados en la nieve durante horas hasta que el equipo de búsqueda los encontrara y los evacuara para recibir atención médica.
Si bien fue un milagro que ambos sobrevivieran, dado el estado del avión, Angela obtuvo una lesión en la médula espinal que le afectaba sus vértebras T8-L3. Esto hizo que perdiera movimiento en las piernas y en la parte inferior del cuerpo.
La mamá de Angela, Sharon, quien recordó el accidente aéreo y los primeros días después de la lesión durante una sesión de terapia en el Hospital Shriners para Niños Philadelphia, no quiso detenerse en el accidente. En lugar de eso, prefería recordar todo el progreso que Angela ha logrado y pensar en todo el progreso que ellos desean que haga. “Sobre todo, la disfrutamos todos los días, sin importar el resultado”, dijo Sharon.
La historia de Angela es una historia de rehabilitación y de superación de los límites de lo que todos pensaban que era posible. Cuando llegó por primera vez a Shriners Children's en noviembre de 2021, ya se había sometido a una cirugía de columna en otro hospital inmediatamente después del accidente. Era un juego de espera para dejar que sus heridas sanaran y poder ver el resultado de la cirugía. Durante este tiempo, Marcos Salomon, MD, realizó una cirugía para eliminar el tejido muerto de algunas de las heridas, lo que ayudó a acelerar el proceso de curación.
El resto de su atención en el hospital ha sido la rehabilitación de su lesión de la médula espinal, centrándose en el movimiento muscular y el fortalecimiento. Su primera estadía de rehabilitación a largo plazo comenzó en febrero de este año; también ha tenido algunas otras estadías y citas de seguimiento, incluida su estadía más reciente en julio.
Sus médicos Richard Goldberg, D.O., y Betania Lipa, MD, crearon un plan de atención para abordar todas las necesidades de Angela mientras estaba en el hospital. Trabajan en conjunto con el personal de rehabilitación, utilizando fisioterapia, ergoterapia y foniatría para crear el mejor resultado posible. “Es muy resiliente”, señaló la Dra. Lipa. “Superó muchos obstáculos y está a la altura de cada desafío. Superó un accidente de avión, hipotermia, COVID, una úlcera de decúbito, cambios de vendaje y, sin embargo, continúa muy feliz”.
Están muy atentos a cada detalle para el cuidado de un niño. La comunicación es de primer nivel. La profesionalidad y el cariño de todo el equipo es inigualable.
Cuando trabajó con Courtney Mullen, PT, DPT, PCS, tuvo que volver a aprender todo, desde trasladarse a la cama y vestirse sola, hasta ponerse de pie ella misma. “En mi primera sesión de fisioterapia con ella, le tomó 45 minutos inclinarse hacia adelante y desbloquear los frenos de su silla de ruedas porque tenía mucho miedo”, recordó Courtney. “¡Ahora camina por todos lados! Su mamá y yo hablamos de esa historia todo el tiempo”.
Parte del programa de terapia de Angela incluyó el uso del sistema TheraStride durante dos semanas en julio. TheraStride es una cinta para caminar que soporta el peso corporal y que permite que se active la parte inferior del cuerpo, al sostener al paciente en un arnés para que todo su peso no recaiga sobre sus piernas.
Sharon dice que están "muy agradecidos con Shriners Children's y el programa TheraStride". Durante el programa, Angela comenzó a sentir que se activaban sus cuádriceps y ahora incluso puede andar en una bicicleta adaptada. Sharon sonrió mientras mostraba el video en su teléfono y explicaba que han podido monitorear su fuerza a través de la distancia que recorre cada vez que anda en bicicleta.
La familia de Angela ha encontrado esperanza y un sistema de apoyo dentro y fuera del hospital. Tienen una gran comunidad eclesiástica a su alrededor gracias a la iglesia a la que asisten, la Christian Life Assembly en Stroudsburg, Pensilvania. La iglesia les trajo comidas, les ayudó con el negocio de su esposo Chris, e incluso ayudaron a renovar la casa para acomodarla a las necesidades de cuidado de Angela.
Si bien su pronóstico original indicaba que probablemente no recuperaría el movimiento en sus extremidades inferiores, en cada paso del camino, Angela ha sorprendido a sus médicos y ha logrado un progreso tremendo. “Ella prosperó aquí [en Shriners Children's]. Viene de una situación realmente difícil, pero ha prosperado”.
Angela todavía tiene un largo camino por recorrer, pero ha tenido un gran comienzo en el Hospital Shriners para Niños Philadelphia. Continuará haciendo terapia ambulatoria según sea necesario, y tanto el personal como su familia están ansiosos por ver todo el progreso adicional que logrará.
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La historia de Angela en el Hospital Shriners para Niños Philadelphia
Durante todas sus estadías en el hospital para el cuidado de las heridas y la rehabilitación, Angela y su familia siempre encontraron apoyo y profesionalismo. El entusiasmo y la voluntad de Angela para esforzarse fueron los que la ayudaron a superar las expectativas de recuperación después de una lesión en la médula espinal.
Angela completó un programa de dos semanas con TheraStride, una cinta para caminar que soporta el peso corporal y que ayuda a los pacientes a recuperar la fuerza en las extremidades inferiores.
Angela y su familia encontraron un hogar en el Hospital Shriners para Niños Philadelphia, y su equipo de rehabilitación fue su mayor apoyo.
Angela junto a la fisioterapeuta Courtney Mullen, durante una sesión en la que estaba aprendiendo a caminar con sus nuevos aparatos ortopédicos para las piernas.
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