Jordan ha crecido con la mentalidad de que ella puede hacer, y hará, realidad sus sueños.
Sin embargo, durante sus 13 años de vida, los profesionales médicos, los profesores y los entrenadores les han dicho muchas veces a ella y a sus padres lo que no puede hacer.
Jordan nació con hipoplasia dérmica focal, también conocida como síndrome de Goltz, una afección genética poco común que suele causar anomalías esqueléticas al bebé cuando está en el útero. Debido a este síndrome, a Jordan se le amputó un pie cuando tenía pocos meses de vida, y el cirujano la derivó al Hospital Shriners para Niños Twin Cities. Tuvo su primera cita cuando tenía 10 meses y fue inmediatamente apta para que se le colocara su primera prótesis en el departamento de Servicios ortopédicos y prostéticos pediátricos (POPS).
Pero ese es solo el comienzo de su historia.
“Desde la primera cita, comenzamos a pensar en Shriners como el ‘equipo ideal’ de Jordan”, dijo su padre, Chris. “Y este equipo de Shriners influyó en toda la familia”.
Cuando Jordan cumplió 5 años, sus padres la inscribieron para participar en Camp Achieve, un campamento que Shriners Children’s ofrece a los niños con deficiencias en las extremidades. Aquí, los pacientes prueban actividades y deportes que no tendrían oportunidad de realizar de otra manera.
“Cuando Jordan apareció el primer día de campamento, estaba muy callada y era reservada”, expresó Maureen Johnston, especialista en la primera infancia y creadora de Camp Achieve. “Sin embargo, ella no demoró mucho tiempo en participar y relacionarse con otros campistas y comenzar a probar actividades nuevas”.
Durante los siguientes ocho años, Jordan no solo asistió a Camp Achieve, sino también a muchos otros campamentos que ofrece el Hospital Shriners para Niños Twin Cities, como el campamento de invierno Winter Achieve que consiste en un día de esquí alpino y el campamento de actuación, Camp Bravo.
“Llegaba a casa tan agotada de Winter Achieve y Camp Bravo”, afirmó su madre, Rachel. “Estos dos campamentos la sacaron de su zona de confort, pero de la manera más positiva posible”.
En el campamento es donde aprendió a no escuchar a los demás y a las partes de ella misma que le decían que no podría hacer algo, y a comenzar a escuchar a su equipo de Shriners y su voz interna que le decían que sí podría.
Maureen dijo que ni una sola vez en los ocho años de campamento escuchó a Jordan decir «No puedo hacer eso». Ya sea en los deportes o en la actuación, lo intentó todo.
«Ver crecer la confianza de Jordan mediante nuestro programa de campamentos ha sido una gran alegría», dijo Johnston. «En su primer Camp Bravo, cuando tenía seis años, compartió líneas con otra campista. Durante los siete años siguientes, pasó de recitar sus propios diálogos a tener papeles más grandes, a cantar partes e, incluso, a emplear sus habilidades gimnásticas en las producciones. ¡Eso es confianza de verdad!»
Sin embargo, Shriners Children’s ha aportado más que la atención médica y los campamentos a la confianza y las capacidades de Jordan. Hace algunos años, la clínica le regaló una bicicleta adaptada gracias a una subvención que recibió. Para una niña de 11 años, la bicicleta representa libertad.
«La bicicleta ha sido todo un sueño», explicó Chris. «Tiene una pérdida de visión grave y utiliza una pierna protésica, por lo que nunca podríamos haber costeado el tipo de bicicleta que necesita. Sin embargo, ahora podemos salir a andar en bicicleta en familia. Ayudó su capacidad cardiovascular y amplió su mundo».
Ampliar su capacidad cardiovascular es importante para esta ávida gimnasta. Actualmente, está en el equipo de gimnasia de la escuela secundaria como alumna de 7.° grado. Su afición a la gimnasia surgió a los cuatro años, cuando sus padres la inscribieron en clases de educación comunitaria para este deporte.
«Le encantó al instante», dijo Rachel. «Cuando terminó la primera clase, el instructor la invitó a asistir a clases para niños mayores, porque estaba preparada para una clase más estructurada y avanzada. Poco a poco fue evolucionando hasta que nuestro salón se convirtió en un centro de entrenamiento de gimnasia con una barra, colchonetas, un minitrampolín y un juego de barras».
Jordan consiguió todas estas cosas porque es una joven fuerte y decidida, y sus padres la apoyan y alientan. Sin embargo, ella y sus padres también dan crédito a su equipo de Shriners Children’s.
«Cada vez que llegamos a un lugar en el que parece que las limitaciones se acercan, ellos han estado ahí para nosotros. La pierna protésica de Jordan se había convertido en un importante obstáculo para avanzar a niveles superiores en su equipo de gimnasia. El peso y la falta de capacidad de empuje del pie para saltar le impedían avanzar a Jordan. Hablamos de esto con nuestro equipo de prótesis de Shriners Children’s y se tomó la decisión de probar un pie diferente que ha impulsado a Jordan a un nuevo nivel de gimnasia», explicó Chris. «Las personas de Shriners Children’s son nuestro equipo FAVORITO».