La historia de Abie

Cuando Abraham, a quien su familia llama cariñosamente “Abie” o “Abe”, nació con paladar blando hendido, la situación tomó por sorpresa a sus padres, que no sabían adónde recurrir. “Estábamos aterrados, y empezamos a pensar qué otros problemas podía tener”, recordó Marcy, mamá de Abie.

El equipo de Newton Wellesley Hospital refirió a la confundida y agobiada familia al Cleft and Craniofacial Center del Hospital Shriners de Boston para que recibiera atención más especializada, y los temores de Marcy se disiparon casi al instante. “En cuanto conocimos al equipo especializado en paladar hendido, supimos que habíamos dado con las personas indicadas para atender a Abie”, aseguró. “En nuestra primera visita nos presentaron a todos los integrantes del equipo y enseguida nos tranquilizaron”.

Dirigido por Eric C. Liao, M.D., Ph.D., el equipo del Cleft and Craniofacial Center es multidisciplinario, ya que incluye a especialistas de diferentes ramas de la medicina. “Como Abe solo tenía afectado el paladar blando, el ortodoncista nos dijo muy amablemente que era probable que no necesitáramos su ayuda”, contó Marcy. “Era una gran noticia, porque en esa primera consulta nos dijeron que en el corto plazo la atención se centraría más que nada en la alimentación y el desarrollo del habla.

Si bien Marcy considera que el caso de Abie es leve en comparación con los de otros pacientes que atiende el personal del Cleft and Craniofacial Center, recuerda que subestimó lo notables que serían los resultados de la cirugía. “El Dr. Liao nos aseguró que una vez que se hiciera la reconstrucción ni se notaría que había tenido algún problema”, dijo. “En ese momento no creí que fuera posible, pero tenía razón. Hoy Abe ya está bien, y ni siquiera se enterará de lo que tenía a menos que se lo contemos”.

Abie, que cumplirá 2 años el mes que viene, es hoy un niño travieso, alegre y divertido al que le encanta la pizza. “Le gusta comer pizza. Pero mucha, mucha pizza”, dijo Marcy, riendo. “Saluda y les tira besos a todas las personas que ve. También le gusta mostrar lo rápido que corre y fingir que se cae solo para ver si vamos a levantarlo”.

Marcy espera que la historia de Abie pueda ayudar a otros padres a lidiar con un diagnóstico de hendidura y da los siguientes consejos: “El equipo del Hospital Shriners de Boston es el mejor del mundo. El resultado será mejor de lo que esperan”.