Hola, Srta. Hollywood

La cirugía de alargamiento de extremidades es el último paso para esta niña de 3 años y que desea ser bailarina

Camille ingresa a los Hospitales Shriners para Niños de St. Louis el primer día más fresco que indica la llegada del otoño con su mamá, Shantay, a remolque.

La Srta. Hollywood ha llegado.

La niña de 3 años de Evansville, Indiana, recientemente se sometió al primero de los tres procedimientos de estiramiento de extremidades que debe realizar antes de llegar a la adolescencia.

“Cuando entra en una sala, no es necesario que hable. Su presencia lo dice todo”, dice Shantay. “Les gusta llamarla 'Sra. Hollywood 'aquí porque apenas atraviesa esas cortinas anuncia: '¡llegué!'”

Que Camille pueda ingresar caminando impulsada por sus piernas es testimonio de los médicos, las enfermeras y los terapeutas de rehabilitación del Hospital Shriners que han atendido a la niña desde que era pequeña.

El papá de Camille, Bryan, contó que el nacimiento de su hija fue un shock. “Su pierna parecía no tener hueso. Estaba anonadado”, expresó. “No podía moverme. Tuvieron que agarrarme”.

A las pocas horas, los médicos en Evansville le dijeron a Bryan que el Hospital Shriners podía ayudar. Tres semanas más tarde, Camille fue atendida en los Hospitales Shriners para Niños de St. Louis por Perry Schoenecker, M.D., quien primero trató la displasia de la cadera.

“En un momento pensé que quizás tendrían que amputarle la pierna”, contó Shantay. “Pero el Dr. Schoenecker decidió esperar y ver”.

Cuando tenía 1 años, Camille recibió una plantilla para su pie izquierdo.

“Salió disparada y nos dimos cuenta de que nada la detendría”, dijo Shantay mientras abrazaba a Camille, quien dejó de mirar la película que estaba viendo, Trolls World Tour , para agregar “Lo estaba haciendo muy bien”.

“Sí, linda. Lo estabas haciendo muy bien”, coincidió riendo Shantay.

Sin embargo, los dos años posteriores no fueron para nada fáciles para Camille. Fue diagnosticada con hemimelia tibial, una discrepancia de longitud de las extremidades. Esta enfermedad poco frecuente afecta al hueso más grande de la parte inferior de la pierna y, a veces, como en el caso de Camille, es posible que el paciente tenga dedos adicionales en los pies.

Camille tuvo su primer procedimiento de alargamiento de extremidades en su pierna izquierda el 7 de julio. A mediados de septiembre, la pierna había crecido dos centímetros y medio más. Ahora usa una estructura alrededor de la parte inferior de la pierna, pero ese aparato grande no fue lo que preocupó a Camille cuando se despertó de la cirugía. Fue la ausencia del dedo adicional, el cual había sido removido durante el procedimiento.

“Le dije: '¿Tienes esta cosa enorme en la pierna y te preocupa dónde está el dedo?'”. Shantay se rió.

Camille hace fisioterapia tres veces por semana en Evansville con coordinación del equipo médico del Hospital Shriners. Tendrá dos procedimientos más de estiramiento; uno cuando tenga 7 años y el otro cuando tenga 12. Para el momento en que esté recuperada de la última cirugía, su pierna habrá crecido 15 centímetros adicionales de lo que hubiera sido si no se hubiera hecho ningún tratamiento.

“Eso difiere mucho de la amputación”, dijo Shantay.

Camille quiere usar su nuevo equilibrio para ser gimnasta o bailarina. Al escuchar esta última palabra, se puso de pie en la mesa de examen y realizó un excelente paso de ballet (para alguien de 3 años): un plié.

Luego de más tres años de ir a varias citas médicas con su hija, Shantay y Bryan están empezando a permitirse pensar en el futuro y ver una vida sin límites para Camille. “Me siento y me preguntó cómo será su vida”, nos contó. “Tengo muchas ganas de verla ir al baile de graduación usando tacos altos en ambos pies. Es el momento que más espero”.

Tanto la madre como el padre saben que ese momento no sería posible sin el equipo de los Hospitales Shriners. “Todos en los Hospitales Shriners son francos. Desde el primer día, han demostrado verdaderamente que mi hija les importaba”, dijo Bryan.

Shantay mira a Camille, acurrucada en su falda, y le acaricia el pelo. “Pareció una familia desde que ingresamos por la puerta”.