"Estos niños todavía se necesitan"

Una terapeuta recreativa encuentra una forma de hacer un campamento anual de verano en medio de la COVID-19

Mientras las familias se esforzaban por encontrar actividades al aire libre que fuesen seguras este verano durante la pandemia, los pacientes de los Hospitales Shriners para Niños de Salt Lake City tuvieron la posibilidad de jugar. La terapeuta recreativa Laura Lewis Hollingshead, CTRS, TRS, descubrió cómo tener un sentido de normalidad para sus niños del campamento de verano en el Hospital Shriners de Salt Lake City, lo que podría marcar una gran diferencia. Agrupados por diagnóstico y nivel de habilidad, estos campamentos de grupos pequeños han sido los favoritos de muchas familias durante años. Con los cambios en los protocolos del hospital en medio de la pandemia, Laura sabía que podía ser complicado, pero se comprometió a encontrar una manera.

"Debido a las pautas del hospital en respuesta a las pautas de los CDC y del Departamento de Salud de Utah, tuvimos que estar atentos a todos los detalles", dijo Laura. Si bien la directiva del hospital apoyó la iniciativa de buscar una manera de continuar con los campamentos respetando las nuevas pautas, las actividades se consideraron no esenciales para los pacientes, lo que significaba que Laura y su equipo tenían que ser creativos. El campamento se trasladó fuera del hospital para dejar los pasillos libres para los pacientes que vienen a sus citas. También redujeron la duración de los campamentos de 90 minutos a una hora para limitar el tiempo de exposición al calor. Laura ha notado que, en general, aunque hace calor afuera, los niños se han portado bien con sus barbijos. Además, todo el equipo se higieniza y limpia entre cada uso y se cumple con el distanciamiento social durante el campamento.

Un aspecto importante de estos campamentos es que se les permite a los padres hacer visitas, separados del grupo. "Eso es fundamental, especialmente para este grupo", dijo Laura, refiriéndose a las mamás sentadas a cierta distancia en la sombra. "Son un gran sistema de apoyo entre ellos". Las mamás se saludaron con entusiasmo cuando llegaron y charlaron alegremente mientras sus hijos participaban en el círculo de tambores.

Los niños con espina bífida se rieron y movieron al compás con un tambor delante de sus sillas de ruedas (o en un costado; los pedales de las sillas pueden estorbar). Nels Anderson, de Drum Utah, les enseñó a los niños a golpear mejor el tambor, les contó algunas historias e hicieron juegos con los tambores. Nels lidera grupos en actividades de círculos de tambores desde hace 10 años. Lo hace únicamente porque ve el valor de las actividades grupales y de ver a la gente reír y divertirse. "Me gusta que las personas actúen como niños, lo sean o no, y que se diviertan juntos", dijo Nels.

Una niña del grupo de espina bífida estuvo tímida y no participó al principio, pero luego de unos minutos comenzó a reír. En ese momento, Nels supo que era parte de algo maravilloso. "Adoro cantar con los niños. Cuando comienzan a hacer ruidos y a reír... cuando esta niña dejó escapar esa risita, me hizo muy feliz".

Laura ve estos momentos de juego como una actividad terapéutica increíblemente beneficiosa. "En cualquier momento estos niños pueden estar en un entorno grupal con la interacción social, es muy importante", dice Laura. "Especialmente ahora donde necesitamos mantener el distanciamiento social, pero emocionalmente, tenemos que estar entre sí".

La cohesión social de los niños al estar juntos, pero también al crear su propio sonido individual habla de los objetivos de Laura como terapeuta recreativa. "Todos estos niños tienen espina bífida, pero dentro de ese diagnóstico, siguen siendo individuos y tienen cosas que los hacen especiales y diferentes".

A Laura también le gusta poder crear cierta estabilidad con las familias que participan de los campamentos. "Es importante que estos niños sepan que, en verano, acampamos en el Hospital Shriners. La vida y la escuela pueden verse diferentes desde este otoño. Pero haremos todo lo que podamos para brindar una continuidad de lo que es normal para ellos. Agradezco que los Hospitales Shriners para Niños lo vean y nos hayan permitido seguir haciendo campamentos este verano".