Cinco consejos para un mejor bienestar

Muchos están saliendo de la temporada de COVID que los obligó a "quedarse en casa" con una atención renovada en la salud

Si el COVID-19 lo ha inspirado a volver a concentrarse en vivir mejor, no es el único. Muchas personas están saliendo de la temporada de "quedarse en casa" con una atención renovada en la salud y el bienestar.

Para ayudarlo a seguir trabajando en pos de sus metas para gozar de buena salud, le brindamos una lista de cinco consejos de nuestro equipo de especialistas de los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu.

Coma bien

Lo ha escuchado una y otra vez: ¡usted es lo que come!

Cuando usted llene su cuerpo de combustible de alto rendimiento -piense en frutas frescas y verduras de hojas verdes oscuras; alimentos integrales llenos de fibra; grasas insaturadas y fuentes magras de proteínas- podrá funcionar lo mejor posible.

Además de comer bien, otras maneras de incorporar mejores hábitos nutricionales incluyen:

• Beber más agua.
• Mantenerse alejado del salero y de los condimentos azucarados.
• Vigilar el tamaño de las porciones.
• Apuntar al equilibrio: siempre que su dieta general incluya una variedad de alimentos integrales, saludables, ¡usted puede disfrutar de darse un gusto de vez en cuando!

Haga ejercicio

Los beneficios del ejercicio regular están bien documentados: los estudios demuestran que el movimiento físico regular puede beneficiar positivamente su corazón, estimular su metabolismo y mejorar su estado de ánimo a través de la liberación de endorfinas. De hecho, a medida que aumentan los niveles de actividad, también aumenta su esperanza de vida, ¡hasta en un 25-30%!

Los expertos recomiendan realizar en promedio 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana. Usted puede distribuir el movimiento a lo largo del día, haciendo mini ejercicios como subir escaleras, estirar en su escritorio o salir a hacer una caminata de 10 minutos.

Incorporar pequeños arranques de energía puede contribuir a grandes de recompensas de salud a largo plazo.

Encuentre maneras de liberarse del estrés

El cuidado personal no debería reservarse únicamente para los domingos. Estudios médicos demuestran la conexión entre la mente y el cuerpo. De hecho, sentir demasiado estrés, ansiedad o, incluso, soledad, se ha vinculado con aumento de la presión arterial, cardiopatías, pérdida de memoria y debilitamiento del sistema inmunológico.

Practique técnicas de relajación, como yoga, meditación y trabajo de respiración para encontrar la calma.

Otras ideas para sentirse menos estresado incluyen (solo a modo de ejemplo):

• Salir a caminar en un entorno de naturaleza.
• Hablar con un amigo cercano o familiar.
• Cocinar una deliciosa comida.
• Leer un libro.
• Escuchar una lista de reproducción de música favorita.
• Escribir en un diario o agenda.
• Tomar un baño caliente.
• Hacer ejercicio.
• Pasar tiempo con una mascota.

Intente dormir mejor

¿Alguna vez se ha despertado tras dormir 10 horas y se ha dado cuenta de que aún estaba cansado? El problema podría ser la falta de calidad del sueño, más que la cantidad real de horas que pasó durmiendo.

La mayoría de los adultos requieren entre siete y nueve horas de sueño por noche, pero conseguir una calidad de sueño suficientemente buena es también esencial para el bienestar óptimo físico y mental.

Comience desarrollando mejores hábitos de sueño, también conocidos como higiene del sueño. Establezca una rutina para ir a dormir que lo ayude a desconectarse de las actividades del día. Cree un buen entorno para dormir. Evite los alimentos que puedan desencadenar indigestión o acidez estomacal, y evite los estimulantes como la cafeína que pueden dejarlo dando vueltas en la cama.

Si aún tiene problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido, hable con su médico para descartar la posibilidad de un trastorno del sueño y analice un plan para conseguir descansar mejor por la noche.

Hágase un examen médico regular

Un examen físico anual con un médico de cabecera no solo puede ayudarlo a controlar afecciones preexistentes, estos exámenes pueden detectar posibles afecciones de salud en forma temprana, cuando son mayormente tratables.

Otros exámenes que no deben pasarse por alto son los de la vista (cada dos años), la audición (cada tres a cinco años) y los dientes (cada seis meses).