El Dr. Garrett Zallen explica las malformaciones de la pared torácica, la importancia de la detección temprana y las opciones de tratamiento para mejorar la calidad de vida de su hijo.
Comprender las malformaciones de la pared torácica
25:48Evo Terra (anfitrión): La deformación de la pared torácica, o tórax de forma anormal, es una afección muy común que afecta a aproximadamente 1 de cada 500 personas, entre ellos a muchos niños. Pero tengo buenas noticias. Es una afección tratable. Aprendamos más de esto con el Dr. Garret Zallen, cirujano pediátrico del Hospital Shriners para Niños de Portland. Bienvenidos a Healing Heroes PDX, la serie de podcasts de los especialistas del Hospital Shriners para Niños de Portland. Soy su anfitrión, Evo Terra, y hoy vamos a hablar sobre las afecciones de la pared torácica y su tratamiento en niños. Muchas gracias por acompañarnos, Dr. Zallen.
Dr. Garret S. Zallen, MD: Bueno, gracias por invitarme.
Anfitrión: Entonces, sé que usted se especializa la atención de pacientes pediátricos con deformidades de la pared torácica. ¿Puede explicar en qué consiste esta afección y cómo se identifica?
Dr. Garret S. Zallen, MD: Sí, existen diferentes categorías de deformidades de la pared torácica. La mayoría de ellos tienen que ver con cómo crece el pecho y qué forma va tomando. Algunas dependen de los elementos del pecho que están presentes (o no) al momento del nacimiento. Esta afección se divide en dos grandes categorías: cosas con las que nacemos y cosas que adquirimos con el tiempo.
Las malformaciones de la pared torácica más comunes implican problemas con el crecimiento de la pared torácica, por lo general con las formas que adquiere la pared torácica. La más común de estas es aquella en la que el esternón se hunde hacia adentro. Por ejemplo, habrán visto personas en la piscina cuyo esternón parece hundirse o tienen un pecho que se hunde en forma de embudo. Esto es lo que llamamos “pectus excavatum”. Es la deformidad de la pared torácica que se ve con más frecuencia.
También existe el caso en que la pared torácica sobresale. Es decir, en vez de hundirse, hace lo contrario. Sobresale hacia afuera. Este tipo de malformación se llama “pectus excavatum”. Dos términos en latín. Yo no les puse nombre. Se los nombró hace mucho tiempo, cuando se esperaba que la gente supiera latín y los médicos estudiaban latín. Básicamente pectus significa “pecho”, excavata significa “hundido”, carinatum en realidad significa “pecho de pájaro” porque tiene la forma del esternón de un pájaro.
El otro tipo de afección son las de crecimiento de la pared torácica. El más común de ellos es lo que llamamos Síndrome de Poland. Se llama igual que el país, Polonia. Los niños que tienen esta afección nacen faltándoles partes de la pared torácica. Les falta parte de los músculos, parte de las costillas, en las niñas, parte del tejido mamario, y tanto en niñas o en niños, a veces falta parte del pezón o los pezones pueden ser asimétricos.
Entonces, es puramente un problema de desarrollo. No un problema progresivo, sino uno de desarrollo, ya que los niños nacen sin la cantidad normal de tejido que se supone que deberían tener.
Anfitrión: Mmm, mmm. Ya veo. Sí, tengo una amiga que nació sin un músculo pectoral, así que sí, puedo entender que eso pase. Ahora bien, esto puede parecer una pregunta obvia, porque algunas de estas cosas son muy evidentes, manifiestas por así decirlo. Pero ¿es fácil saber cuándo nuestro hijo tiene una malformación de la pared torácica?
Dr. Garret S. Zallen, MD: La mayoría de estas deformidades son bastante evidentes a la vista, especialmente el pectus excavatum y el pectus carinatum. Pero también pueden presentarse de manera progresiva en el tiempo. No es raro que un niño que haya nacido con un pecho de apariencia relativamente normal o completamente normal, cuando pasa por los períodos de crecimiento rápido de la pubertad,
sus las costillas comienzan a deformarse. Y he recibido bastantes familias que dicen: “Esto parece haber sucedido de un día para el otro“. Bueno, estas cosas no pasan de la noche a la mañana. Pero cuando los jóvenes empiezan a atravesar la pubertad, de repente es más común verlos con menos ropa.
Y se vuelven más independientes. Un día, quizás, miras a tu hijo después de ocho meses, un año, y su pecho se ve muy diferente. Y entonces, aunque que pueden suceder lentamente, a veces parece como si hubieran sucedido de la noche a la mañana. Y una piensa “¿cómo me perdí eso?”. No es que uno se lo perdió. Solo tardó un tiempo en desarrollarse.
El Síndrome de Poland, por otro lado, puede ser bastante sutil al nacer porque los niños no tienen mucho músculo. Los bebés no tienen gran cantidad de músculo. No lo necesitan. Sus pezones son bastante pequeños y además tienden a ser difíciles de ver. Y es fácil pasarlo por alto, hasta que empiezan a crecer y a desarrollar un poco de músculo.
También se les agrandan los pezones. Entonces suele ser en ese momento cuando podemos ver estos problemas. Y entonces, aunque es algo congénito, a veces no se hace realmente evidente hasta que son un poco mayores y tienen un poco más de masa muscular. En ese momento se puede ver la asimetría. Yo diría que lo que acabas de hacer es básicamente diagnosticar con el Síndrome de Poland a tu amiga, la que carece de músculo pectoral. Así que, felicitaciones, has pasado de presentador de podcast a médico.
Anfitrión: Fantástico. Tendré que hacer la residencia en cualquier momento. No, nadie quiere eso. Bueno, usted acaba de mencionar un punto importante: a medida que el cuerpo del niño va cambiando, puede surgir algo un poco inusual. Así que supongo que la pregunta es la siguiente: ¿cuándo es simplemente parte del crecimiento del niño, y cuándo es otra cosa? ¿Cuándo es hora de consultar a un especialista como usted?
Dr. Garret S. Zallen, MD: Sí, creo que es una muy buena pregunta, porque la mayoría de estas afecciones no requieren necesariamente ningún tratamiento en la infancia temprana. Así que, creo que consultar con un médico es importante por dos razones. Una es obtener un diagnóstico. Si su pediatra o su médico de atención primaria no está seguro de qué es esto, nota algo, pero no puede explicar qué es, ese sería un buen momento para venir a consultarnos. Porque en ese momento podemos informarle qué es, qué esperar, qué podría significar o si es simplemente una variante normal porque no todos los casos que vemos son siempre una de estas afecciones.
La otra es si está empezando a causar algún síntoma. Ese también sería un buen momento para venir a vernos, porque así podemos comenzar a conversar sobre opciones de tratamiento y cuáles son las posibilidades para controlar los síntomas que tiene el niño, o para aliviar las preocupaciones que vienen con algunos de esos síntomas. Porque, en verdad, algunos de esos síntomas no van a desaparecer por sí solas con el tiempo.
Así que creo que ese es un buen momento para venir a vernos. No tengo problema en atender a niños pequeños, años antes de siquiera considerar algún tipo de intervención, tan solo para hablar con las familias, hacerles saber qué está pasando, qué pueden esperar. A veces esto produce mucha ansiedad en las familias.
Cuando ven que su hijo tiene un pecho distinto a lo normal, no saben qué puede significar. ¿Esto va a afectar al niño? ¿No tiene que hacer ejercicio? ¿No tiene que practicar deportes? ¿Deberían preocuparse si recibe algún impacto o golpe en el pecho? Ese tipo de preguntas. Y podemos repasar todo eso y hablar con ellos y ayudarlos a entender qué es lo que tiene su hijo y cuáles son las perspectivas para el futuro.
Anfitrión: Y supongo que los padres, y ciertamente los propios niños, se preguntan ¿qué vamos a hacer al respecto? “¿Voy a tener que andar con un yeso gigante alrededor del pecho los próximos tres años?”. ¿Cómo son las opciones de tratamiento?
Dr. Garret S. Zallen, MD: Claro. La buena noticia ahora es que las opciones de tratamiento son muy buenas para la mayoría de estos problemas. Esto es muy diferente a cuando comencé mi formación hace 30 años. Las opciones de tratamiento eran pocas, y de hecho eran bastante desagradables, pero las cosas han mejorado significativamente. Hablemos del tratamiento para los problemas más comunes que he mencionado: el pectus excavatum y el pectus carinatum. El pectus excavatum puede llegar a ser un verdadero problema, no solo a nivel estético, sino que puede llegar a ser un problema muy grave a medida que se vaya volviendo más profundo. Puede convertirse en un problema en cuanto a la autopercepción del niño. Pero también puede causar compresión cardíaca.
Y cuando el corazón empieza a apretarse por el hundimiento del esternón, empiezan a surgir problemas de intolerancia al ejercicio y dificultad para respirar. Por ejemplo, un niño que le encantaba practicar deportes, pero ahora no lo hace porque no se siente bien. No le gusta. Ya no puede seguir el ritmo de sus amigos.
Y entonces hacemos una cirugía para reparar el problema, que literalmente levanta el esternón y le da al corazón el espacio que tendría que tener y que el esternón le estaba quitando. La cirugía que se solía realizar para esto hace 30 años realmente no era una cirugía muy buena, una técnica diferente y los resultados eran bastante malos. Por eso muchos de los padres de estos niños que pueden haber visto estas cirugías o oído hablar de ellas, piensan, "No lo toques, no hagas nada con esto, no lo operen, no es una afección con la que haya que meterse". Pero eso ha cambiado completamente en los últimos 20 años.
Ahora tenemos una técnica mucho mejor, una cirugía totalmente distinta. Estamos utilizando mucho mejores técnicas de control del dolor. Hacemos una incisión y congelamos los nervios en el interior del pecho con una sonda especial que elimina la sensibilidad de la pared torácica durante unos dos meses, de modo que la recuperación posoperatoria de estos niños es mucho mejor.
Hacemos todo lo posible para minimizar el uso de narcóticos para la cirugía, y lo que solía ser una estadía en el hospital de hasta una semana o más ahora se redujo a un día, a veces, dos. Por lo tanto, es una cirugía mucho mejor tolerada y con muy buenos resultados. En caso del pectus carinatum, la situación en la que el pecho sobresale, la buena noticia es que no suele causar ningún tipo de problema fisiológico porque no comprime el corazón.
Pero sí puede causar muchos problemas de imagen corporal. Imagínate si tuvieras que caminar con el esternón hacia afuera. Cuanto peor está, más obvio resulta. Y para mucha gente eso realmente representa una molestia. Y ahora tenemos corsés ortopédicos para solucionar este problema. Uno de los mayores problemas que surge con los niños que necesitan un aparato ortopédico es que en su mente se imaginan, ya sabes, un corsé enorme y aparatoso que les encierra todo el cuerpo y no pueden hacer nada.
Cuando, en realidad, ahora contamos con corsés bastante pequeños. Son compactos. Se colocan en la pared torácica, se toleran fácilmente, se pueden usar en la escuela, se pueden usar en casa, se puede dormir con ellos y funcionan, funcionan muy bien. Con estos corsés es posible eliminar completamente el pectus carinatum sin cirugía, sin cicatrices, sin riesgos, sin dolor real.
En lo que a eso respecta, los tratamientos han avanzado mucho y hay muchas opciones a disposición de los niños.
Anfitrión: Es muy buena noticia oír eso.
Dr. Garret S. Zallen, MD: Sí. Por último tenemos el Síndrome de Poland, que es otro de los más comunes. No siempre es necesario realizar un tratamiento. La mayoría de estos niños conservan la fuerza en las extremidades superiores. Pueden ser igual de activos que otros niños. La pérdida de tejido muscular no es realmente un problema fisiológico para ellos. Sí puede ser un problema de apariencia a medida que crecen y se desarrollan más. En los varones tiende a ser un problema menor. En las mujeres, puede convertirse en un problema importante si una de sus mamas no se desarrolla en lo absoluto. Pero, al igual que es posible hacer reconstrucciones mamarias en adultas, se puede realizar una reconstrucción similar una vez que la joven ha pasado la pubertad, con resultados estéticos muy satisfactorios.
Así que hay muchas opciones para estos niños y todas son, como dije, opciones. En definitiva, todo queda en manos de cada niño y de cada familia. Todo depende de cómo ellos quieran proceder. Nunca llegará un momento en que vengan a mi clínica y les diga que tienen que hacer determinada cosa. Siempre será su elección.
Anfitrión: Bueno, partiendo de ahí, ¿qué pasa si la familia decide no hacer nada? ¿Es una buena idea? ¿Es aceptable dejar sin tratar este tipo de afecciones?
Dr. Garret S. Zallen, MD: Repasando los tres tipos de afecciones, resulta totalmente aceptable dejar el Síndrome de Poland sin tratar, si no es un problema para el niño desde el punto de vista estético y está conforme con ello. Pienso que es una opción muy aceptable. En el caso de los pectis carinatum, estas son afecciones que empeoran con el tiempo. Me preocupa que cuando el niño crezca, quizás desee haber hecho algo al respecto.
Los adolescentes a veces viven en un mundo en el que se consideran invencibles. Viven como si su tiempo fuera infinito. Sienten que siempre van a tener todas las opciones abiertas. En este problema particular, eso no es necesariamente cierto. Una vez que uno llega a cierta edad, los aparatos ortopédicos realmente no funcionan del todo bien porque las costillas y la pared torácica ya son demasiado rígidos.
Por ejemplo, prueben con presionar el pecho de un adulto, notarán que el esternón no se mueve. Si a un niño se le presiona el esternón, éste se mueve mucho, y eso es lo que permite que el corsé funcione. Entonces, llega un momento en la adolescencia en que el uso del corsé ya no es realmente factible. Así que les dejo tomar su propia decisión a los niños, pero les advierto o les hago saber que tienen un límite de tiempo para ello. No van a tener siempre todas las opciones abiertas para que puedan volver a tomar y cambiar de opinión más adelante. Y entonces, pensándolo bien, sí ha habido niños que al principio deciden que no quieren nada y que regresan en un año o dos y después de haberlo pensado y madurado un poco más, deciden que quieren hacerlo.
Y luego eso funciona bien. Una vez que están motivados por hacerlo, usan su aparato ortopédico y solucionan el problema por sí mismos. En lo que respecta al pectus excavatum, esa también siempre será una decisión que deberá tomar el niño. Los niños que tienen casos severos de pectus excavatum y tienen intolerancia al ejercicio, por lo general optan por la cirugía para solucionarlo porque quieren sentirse mejor.
Quieren hacer ejercicio. Quieren volver a hacer las cosas que solían hacer, las cosas que hacen sus amigos. En esos casos, no es una decisión difícil. Pero hay otros niños que todavía esperan y no necesariamente quieren hacerse la cirugía. La buena noticia es que las cirugías para pectus excavatum se pueden realizar en adultos.
No es necesario hacerlo cuando son niños o adolescentes. No realizamos la cirugía de pectus excavatum hasta que hayan pasado los períodos de crecimiento propios de la adolescencia. Existe un tiempo a partir del cual se puede hacer esa cirugía. No se hace hasta que terminen con ese crecimiento. Y en breve puedo explicar por qué se espera hasta que hayan terminado de crecer. También he realizado estas cirugías en adultos, y en otras instituciones operamos a adultos. Así que no es necesario tomar la decisión en la infancia. Sin embargo, con eso dicho, la cirugía funciona mejor si se realiza durante la adolescencia.
Es una recuperación un poco mejor, un poco más fácil recuperarse. No estoy diciendo nada nuevo. A mayor edad, más difícil resulta la recuperación de cualquier cosa. Y los adolescentes tienen una capacidad natural para recuperarse con facilidad, y además tienen paredes torácicas más dóciles, más flexibles. Esto permite cambiarles la forma y sus cuerpos lo toleran mejor que el cuerpo de un adulto. Pero sí, ciertamente pueden cambiar su decisión y operarse más tarde si así lo desean.
Anfitrión: Sí, y muchas de estas cosas se dejan en manos de los niños y adolescentes, y la verdad es que ellos van a cambiar de opinión a lo largo del proceso. Parece que se han hecho mucho progreso en la corrección, algo que estoy seguro que mucha gente desconoce, así que es una buena noticia. En la misma línea, ¿existen algunos conceptos erróneos? Supongo que sí deben existir. Quiero decir, debe haber personas que piensan que esta es la vieja forma de hacer las cosas, pero ahora hay tratamientos nuevos. ¿Usted ve en su clínica algunas creencias erróneas frecuentes con respecto a las deformidades de la pared torácica?
Dr. Garret S. Zallen, MD: Sí, el error más común es creer que se trata de un problema estético. Me parece que se abusa un poco de esa palabra. No estoy de acuerdo con la terminología en general, “estético”. Un problema estético, o cosmético, es cuando uno tiene una parte del cuerpo normal, y quieres cambiar su aspecto para que luzca como uno quiere.
En estos casos, estas no son partes normales del cuerpo. Se trata de esternones que están hundidos o que sobresalen, costillas malformadas, músculos faltantes, senos faltantes. Estamos en el ámbito de la cirugía reconstructiva o de los procesos reconstructivos. Así que trato de no hablar en términos de “cirugía plástica” porque eso parece agregarle un aire de superficialidad.
Ya sabes, “Bueno, acostúmbrate a tu cuerpo y ya. Tu cuerpo está bien“. En estos casos, no se trata de una apariencia normal. Así que mi trabajo es devolver esa apariencia a la normalidad. Así que para mí esa es una de las creencias erróneas. La otra creencia errónea no surgió solo de la percepción del público, sino más bien de la medicina.
Hace años, cuando era residente, yo estudiaba el pectus excavatum e investigamos cómo esta cirugía afectaba los pulmones del niño y cómo afectaba su capacidad para respirar después de la cirugía. Y descubrimos que no la afectaba mucho. El problema era que estábamos mirando el órgano equivocado.
Lo que realmente deberíamos haber observado era el efecto de la cirugía en el corazón. Lo que pasaba era que mirábamos a estos niños y veíamos que tenían el pecho hundido y pensábamos que esto realmente iba a afectarles los pulmones porque no iban a tener espacio en el pecho. Pero resulta que en la mayoría de los niños, no afecta realmente a los pulmones.
Entonces enviábamos a estos niños al cardiólogo. Les hacían un ecocardiograma y el resultado era normal. No veían ningún problema. Entonces pensábamos que cualquier síntoma que tengan debe estar relacionado con algo más, pero no con la pared torácica. Y luego, después de un tiempo, los médicos empezamos a darnos cuenta y dijimos “Esperen un minuto, vamos a estudiar el corazón, a ver si eso es lo que se está viendo afectado”.
Desde entonces, entendimos que ese era el problema. Los resultados de los ecocardiogramas de estos niños tienden a ser normales porque cuando hacen el ecocardiograma, buscan ver el corazón debajo del esternón. Bueno, si el esternón está apretando el corazón, no se puede mirar debajo de el esternón con un ecocardiograma, porque es escencialmente una ecografía.
La ecografía no puede mirar a través del hueso. Y así en realidad estaban siendo engañados. No es que el resultado del ecocardiograma estuviera equivocado. Es que no podíamos ver lo que no estábamos pudiendo ver. Entonces comenzamos a pedirles tomografías computadas para ver qué tan profundo era y comenzamos a ver muchos más niños con compresión cardíaca. Los ecocardiogramas les daban normales, pero en las tomografías computadas, que sí pueden penetrar el hueso, se ve con claridad la compresión cardíaca. Entonces empezamos a realizarles pruebas de ejercicio a los niños para ver si el corazón es capaz realmente de aumentar el gasto cardíaco como lo hace un corazón normal.
Descubrimos que no es así. Por eso, pudimos comprobar que sí, hay verdaderas consecuencias fisiológicas para los niños en algunos de estos casos. No en todos los casos, pero sí en varios. Y arreglar esta situación elimina el problema. Entonces, también surgió esa pregunta que teníamos que responder: bueno, si levantamos el esternón, ¿mejora? Y esa pregunta también la hemos podido responder. Definitivamente sí, mejora la situación de los pacientes.
Anfitrión: Cuando llega la familias de un niño que tiene una deformidad de la pared torácica, supongo que tienen un montón de preguntas: desde “¿Qué vamos a hacer al respecto?” hasta ”¿Cuánto tiempo llevará?”. Cuéntame de algunas de las preguntas comunes que reciben de las familias.
Dr. Garret S. Zallen, MD: Sí. La mayoría de las familias han buscado en Internet y han leído sobre ello y han visto algunos sitios web. Una de las principales preguntas que me hacen es si estas malformaciones de la pared torácica pueden estar asociadas con otros tipos de trastornos más graves del tejido conectivo. El tejidos conectivo son los tejidos del cuerpo que mantienen unidas las cosas, que componen los ligamentos, que mantienen unidos los vasos sanguíneos, que mantienen unidos los músculos.
Y en algunos de los casos los niños tienen problemas del tejido conectivo, pero la mayoría no. Una de las primeras preguntas que tengo que responder es: “¿Mi hijo tiene síndrome de Marfan?”. O “¿Mi hijo tiene alguno de estos otros problemas más graves?”. Y la respuesta a esa pregunta casi siempre es no, aunque en algunos casos sí los tienen. Pero la mayoría no.
Son problemas aislados. No observamos ningún trastorno definible del tejido conectivo en estos niños que los pueda poner en mayor riesgo de sufrir problemas de salud graves. Un número significativo de niños tienen una enfermedad llamada Ehlers Danlos, que es otro problema del tejido conectivo. El subtipo particular que es más común no tiene consecuencias reales en términos de longevidad a largo plazo.
Puede traer algún tipo de problema para algunos ligamentos y articulaciones y ese tipo de cuestiones que pueden ser muy reales, pero no es algo que vaya a afectar la longevidad del niño, que es una de las grandes preguntas que de la familia. Y una de las cosas que ayudo a aclarar. Puedo decirles que probablemente sean problemas aislados. Y que vamos a hacer algunas pruebas
y asegurarnos de revisar si hay algún problema asociado. Pero en su mayor parte, se trata de cosas que sólo afectan la pared torácica, a veces algunos otros huesos, la columna vertebral, pero no otros tipos de problemas de salud más graves. La gente quiere saber “¿De dónde viene esto?” “¿Por qué el niño tiene esto?”. Desearía poder responder a esa pregunta. No sabemos por qué los huesos empiezan a crecer de forma anormal. Existen varías teorías diferentes. Probablemente tenga algo que ver con los tejidos conectivos, con otras estructuras, pero no sabemos realmente por qué los huesos crecen en una dirección anormal.
A las familias les digo que ni siquiera sabemos por qué los huesos crecen en la dirección normal. No sabemos qué disparador le da la instrucción al hueso del dedo para que crezca en esa forma exacta, o al hueso de la costilla para que crezca en aquella otra forma. Todavía no tenemos esa comprensión de los cromosomas y la genética. En algún momento tal vez la tengamos, pero en este momento no podemos responder a la genuina pregunta, “¿Por qué sucedió esto?”.
Muchas veces hay otros miembros de la familia que lo tienen, ya sea de la familia más cercana o más amplia. También he tenido padres que decían: “Oh, espera, a mí también me pasó lo mismo, pero cuando era niño, me dijeron que no hiciera nada al respecto”. Bueno, eso probablemente era cierto cuando eras niño, pero ahora que tienes un hijo, las cosas son diferentes.
Ese tipo de preguntas son las que suelen surgir. Y también preguntan acerca de lo que hablábamos anteriormente. ¿Qué se puede hacer al respecto? ¿Cuales son nuestras opciones? ¿Cuándo debemos preocuparnos por esto? Y cuando tengamos que preocuparnos, ¿qué hacemos al respecto?
Anfitrión: Usted mencionó antes que esto ha cambiado mucho en los 30 años que lleva trabajando en esto, y que probablemente seguirá cambiando. Pero hablemos de lo que ha cambiado en Shriners Children's. ¿Qué es lo que diferencia brindar este tipo de atención en Shriners Children's de lo que podría ser brindarla en otras instalaciones?
Dr. Garret S. Zallen, MD: Sí, este es un hospital que lleva realizando esta cirugía durante más de 20 años. Nos hemos mantenido al día con todos los cambios en cuanto a la modernización de esta cirugía, como mencioné, y también la modernización de los corsés y demás tratamientos que acompañan las deformidades de la pared torácica. Recibimos a niños de toda la zona oeste de los Estados Unidos. La experiencia que se obtiene aquí es, dentro de la Costa Oeste, una de las mejores en términos de volumen de pacientes y longevidad, con programas que se han gestionado con mucho éxito durante más de dos décadas.
Cuando se trata de alguna de estas cuestiones, la experiencia es realmente difícil de minimizar en términos de resultados, en términos de cómo se sienten las familias una vez que completan el programa. Entonces, ese es realmente uno de los grandes beneficios del Hospital Shriners para Niños. La otra es que se trata de una cirugía que no siempre se encuentra cubierta por los seguros médicos.
No hemos hablado de eso todavía. Esta cirugía no solía estar cubierta por los seguros médicos porque, como mencioné antes, solía considerarse una intervención estética. Y como dije, ese era uno de nuestros problemas. No estábamos encontrando cuáles eran los problemas fisiológicos que teníamos que corregir, aunque sabíamos que tenía que haber problemas fisiológicos.
Simplemente no los encontrábamos. Ahora que los hemos encontrado, se han podido modificar algunos de los procesos de seguro y la Autoridad Sanitaria de Oregón y otras entidades gubernamentales más importantes ahora sí reconocen esto como un procedimiento cubierto (“Covered Procedure”), pero eso no significa que siempre esté cubierto. Hay ciertos criterios que deben cumplirse y, a veces, con cada compañía de seguros, no siempre podemos cumplir todos criterios a pesar de que es algo que el niño y la familia quieren intervenir. Por eso, el Hospital Shriners lo hace.
El Hospital trabaja con las familias, trabaja con sus procesos para lograr que esto se haga, a diferencia de otros hospitales, donde si no se obtiene la autorización del seguro, simplemente no sucede. Esa es una de las magias del Hospital Shriners. Cómo lo hacen y cómo siguen haciéndolo, no lo sé, pero seguiré trabajando aquí porque lo hacen posible.
Anfitrión: Bueno, esta ha sido una conversación fascinante. Mis últimas dos preguntas serán centradas en usted, y quizás en mí, ya que antes me dijo que iba a ser médico. ¿Cómo llega uno a ser especialista en pared torácica?
Dr. Garret S. Zallen, MD: Bueno, espero que tengas tiempo, porque lleva un buen rato llegar hasta aquí. Para ser cirujano pediátrico especializado en la pared torácica, uno tiene que pasar por un programa de formación en cirugía de adultos, y luego un programa de formación en cirugía pediátrica, que lleva alrededor de 10 años para completarlo.
Y todo eso después de la facultad de medicina. Me interesé mucho en la cirugía de la pared torácica porque donde hice mi formación en cirugía pediátrica, donde estaba aprendiendo a operar pacientes pediátricos en lugar de adultos, teníamos un especialista que realmente trabajaba en cirugía de la pared torácica. Y mientras estaba allí, Donald Nuss, que inventó la operación actual que hacemos, vino a visitarnos y dar una charla en nuestro programa. Me sentí muy intrigado por lo que tenía que decir, su proceso de pensamiento que llevó a la cirugía, a la creación del Procedimiento Nuss y a sus resultados.
Y después de conocerlo, decidí que esa sería un área en la que quería especializarme porque creo que es un área que merece atención. Merece que existan cirujanos conscientes, con experiencia, que sepan lo que hacen, pero que también sepan cuándo no operar. Por lo tanto, esos fueron años realmente formativos para mí y que me ayudaron a decidir esto.
Una vez que llegué a Portland, Oregón, para comenzar mi carrera, el Hospital Shriners para Niños estaba justo al otro lado de la calle del hospital en el que estaba trabajando. Entonces comencé a trabajar en Shriners. Llevo más de 20 años aquí, porque es un lugar mágico para trabajar y por las cosas que se logran aquí, las cosas que logran otros cirujanos. Realmente ha sido un placer seguir trabajando aquí.
Anfitrión: Cuando decidió que la medicina era para usted, y que se especializaría en cirugía, ¿qué le llevó a seguir una carrera específicamente en cirugía pediátrica? Entiendo por qué especializarse específicamente en pared torácica, pero, ¿por qué niños?
Dr. Garret S. Zallen, MD: Los niños tienen problemas que no son consecuencia de algo que hayan hecho. Problemas con los que nacieron o por algo que les sucedió. Pueden ser problemas muy complejos o inconvenientes sencillos. Pero los niños no ven la vida de la misma manera que los adultos. Los niños ven su cuerpo como algo que quieren que funcione mejor, que les permita tener una vida más normal.
De esta manera, tengo la oportunidad de intentar hacer eso por ellos. Y los problemas que tienen nunca son porque hayan descuidado su salud durante años. Es o algo congénito o se trata de un problema genético. Y trabajar con niños es muy divertido. Cuando mejoran, es muy evidente.
Los ves jugando en la sala de juegos. Está claro que se están divirtiendo. No tienen segundas intenciones. Sólo quieren ser niños y disfrutar de la vida. Me gusta trabajar con las familias. Una de las cosas más significativas para quienes nos dedicamos a la cirugía pediátrica, es que todo el mundo dice que debe ser muy difícil trabajar con las familias.
Que debe implicar mucha presión, mucho estrés. Y lo que he descubierto es que en cirugías de la pared torácica, (porque esta es la única área de la cirugía pediátrica que me dedico), es la única área donde las familias vienen y me agradecen después de que hemos terminado todo el proceso. Me dicen que la reconstrucción de la pared torácica que hicimos le ha cambiado la vida a sus hijos,
les ha dado más confianza, ahora tienen más seguridad en sí mismos, ahora salen al aire libre, hacen ejercicio. Y eso es evidente en los niños. Cuando llega el niño a la consulta, por lo general es delgado y muchas veces algo tímido. Y luego, cuando hemos terminado con el proceso, el mismo paciente se para erguido, con más orgullo, más actitud.
Tiene un pecho más grande y musculoso y quiere que el mundo vea lo que han logrado. Y no hay otra cirugía que haga en la que reciba ese tipo de comentarios de las familias sobre cómo realmente esto cambió la vida del niño. Así que para mí es un placer poder hacerlo y es un privilegio.
Anfitrión: Y ese debe ser uno de los sentimientos más grandes del mundo. Dr. Zallen, muchas gracias por estar hoy con nosotros.
Dr. Garret S. Zallen, MD: Gracias por invitarme y agradezco la oportunidad de hablar sobre estos problemas. Creo que a menudo se pasan por alto. Por eso, quiero ayudar a las personas a comprender estos problemas y las opciones de tratamiento que tienen. Así que cualquier cosa que pueda hacer, me complace ayudar.
Anfitrión: Una vez más, ese fue el Dr. Garret Zallen, cirujano pediátrico del Hospital Shriners para Niños de Portland. Y eso concluye este episodio de Healing Heroes, PDX con el Hospital Shriners para Niños de Portland. Visite nuestro sitio web en shrinersportland.org. So este episodio del podcast le resultó útil, compártalo en sus redes sociales y consulte nuestra biblioteca completa de podcasts para conocer los temas que le interesan. Soy Evo Terra. Esto es Healing Heroes PDX, la serie de podcasts de los especialistas del Hospital Shriners para Niños de Portland. Muchas gracias por escucharnos.
Más información sobre el invitado
Garret Zallen, MD
El Dr. Garret Zallen, MD, brinda atención especializada para niños con deformaciones de la pared torácica y afecciones relacionadas. El Dr. Zallen ha atendido a miles de niños con esa afección y se convirtió en un experto regional en el atención quirúrgica y no quirúrgica de estos pacientes pediátricos.
Ha trabajado en el Hospital Shriners para Niños de Portland durante toda su carrera porque comparte la misión de brindar atención de la más alta calidad a los niños dentro de un entorno colaborativo, compasivo y centrado en la familia.
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