Apuntar bien alto: La historia de Charlotte

En la ecografía de las 20 semanas, Stephanie y Kevin, descubrieron que su hija Charlotte tenía hemimelia peronea y le faltaba el peroné de la pierna derecha.

Esperaron hasta que naciera para tomar alguna decisión, pero todos los médicos con quienes consultaron estuvieron de acuerdo en que la amputación sería el mejor camino a seguir.

“Aunque la idea de que nuestra bebita pasara por esta cirugía era difícil de digerir, lo que queríamos era que Charlotte caminara lo más rápido posible y que tuviera una buena calidad de vida”, dijo Stephanie.

Su pediatra recomendó que la familia visitara el Hospital Shriners para Niños. “Cuando fuimos a nuestra primera visita, nos sentimos a gusto al instante”, dijo Kevin. “Y Shriners Children's se especializa en deficiencias y malformaciones de las extremidades, así que nos sentimos en las mejores manos”.

La cirugía fue un éxito, y poco después Charlotte estaba gateando. Cuando se recuperó por completo, la siguiente parada fue el departamento de Servicios Ortopédicos y Protésicos Pediátricos (POPS), que fabrica ortesis personalizadas para cada paciente, todo bajo el mismo techo.

“Nos gustó mucho no tener que ir a otro lado para que Charlotte recibiera una pierna ya que el hospital tenía un departamento de prótesis interno que interconsultaba con los médicos”, comentó Stephanie. “Ningún otro hospital de los que habíamos visto ofrecía este tipo de atención”.

Cuando tenía 16 meses, a Charlotte le colocaron su primera pierna. “Al principio no me gustaba, entonces gateaba con la pierna colgando detrás de mí”, dijo. “Pero la entendí, y a los 17 meses aproximadamente ya podía caminar”, dijo. “A partir de ese momento, me hacían casi una pierna nueva por año, porque estaba creciendo bastante rápido. Mi protesista, Sabrina, es genial y me hizo todas las mejoras y modificaciones a medida que iba creciendo”.

Hasta los 4 años, Charlotte utilizó una funda sobre la prótesis que funcionaba bien. Pero a medida que empezó a participar más activamente de deportes como el fútbol, el baloncesto y el ultimate frisbee, pasó a una prótesis con tobillo, que le facilitó mucha más funcionalidad y rango de movimiento para adaptarse a los saltos, giros en el lugar y paradas repentinas.

“Las piernas protésicas le dieron a Charlotte la confianza de que podía competir igual que todos los demás”, dijo Stephanie. “Nunca dudó en probar todos los deportes que quiso”.

Nos gustó mucho no tener que ir a otro lado para que Charlotte recibiera una pierna, ya que el hospital tenía un departamento de prótesis interno que interconsultaba con los médicos. Ningún otro hospital de los que habíamos visto ofrecía este tipo de atención.
Stephanie, mamá de Charlotte

A los 11 años, Charlotte volvió al Hospital Shriners para Niños de Portland para realizarse una segunda cirugía, esta vez con laDra. Heather Kong, MD.

“La cirugía consistió en dos partes”, dijo la Dra. Kong. “Una parte consistía en ralentizar el crecimiento de la rodilla para que la pierna se fortaleciera con el crecimiento insertando una placa y tornillos; la otra, en cortar y enderezar la tibia con una placa y tornillos para facilitar el ajuste de la prótesis y que sus articulaciones estén sanas y estables hasta la edad adulta”.

“Al principio fue bastante duro para mí”, dijo Charlotte. “Sentí algo de dolor y tuve que dejar mi pierna protésica por unas seis semanas y usar muletas y una silla de ruedas para desplazarme. A los seis meses me hicieron otra cirugía para quitarme la placa, que no estuvo tan mal”.

Después de la segunda cirugía, Charlotte trabajó con el departamento de servicios de terapia del Hospital Shriners para Niños de Portland para ganar fuerza en la pierna, centrándose en movimientos específicos para que volviera a practicar los deportes que amaba.

Charlotte, que ahora tiene 13 años, visita a la Dra. Kong en el Hospital Shriners para Niños de Portland una vez cada seis meses, y asiste periódicamente al departamento POPS para realizarse ajustes en su pierna.

“La mejor parte de trabajar en Shriners Children's es ver cómo nuestros pacientes progresan a medida que crecen”, dijo Sabrina Jakobson, CPO. “Ha sido una alegría ver a Charlotte crecer hasta ser una adolescente, y ver que tiene la confianza para practicar cualquier deporte que se proponga”.

Charlotte también ha asumido su papel como paciente embajadora para el hospital. El Hospital Shriners para Niños de Portland celebró su centenario en 2024, y Charlotte fue una gran parte de las celebraciones como paciente embajadora.

“He hablado en una gala, he participado en una publicidad, he ayudado en eventos de recaudación de fondos y mucho más”, dijo. “Es una experiencia increíble, me alegro de poder ayudar”.

“Me gustó ver a Charlotte en los eventos de Shriners Children's", dijo la Dra. Kong. “Está claro que sus padres están muy orgullosos de ella”.

Stephanie y Kevin han visto a Charlotte atravesar todo esto desde el principio, incluso muchos años que Charlotte no recuerda, pero que ellos nunca olvidarán. “Con el personal de recepción, los enfermeros, los médicos, los trabajadores sociales y los fisioterapeutas, incluso las fantásticas personas del departamento de POPS...” dijo Stephanie, “...hemos recibido la mejor atención para Charlotte. “Hemos tenido una experiencia increíble en Shriners Children’s”.

Sin limitaciones

Gracias a las prótesis que le hicieron a medida a Charlotte en el Hospital Shriners para Niños de Portland, ella ha podido seguir en el juego.

Próximos pasos

Comparta su historia

Nuestros pacientes y familias son el centro de todo lo que hacemos en Shriners Children's. Lo invitamos a compartir cómo el equipo de Shriners Children's ayudó a su hijo.

Donaciones a Shriners Children's

A través de la generosidad de donantes como usted, hemos podido ayudar a que más de un millón de niños lleven una vida más plena, independientemente de la capacidad de pago de la familia.

Contáctenos

¿Tiene alguna pregunta o solicitud? ¿Necesita concertar una cita? Estamos a su disposición.