El patio central de Shriners Children's México: Camila

Tras un desfavorable pronóstico de 3 días de vida al nacer, Camila, con ahora 12 años, tiene una meta clara: ser una atleta profesional en carreras de sillas de ruedas. Esta pasión surgió en un espacio muy particular dentro del hospital donde ha recibido atención médica durante casi toda su vida: el patio central de Shriners Children's México.

La historia de Camila comienza antes de su nacimiento, cuando su madre, Tania, enfrentaba desafíos durante su embarazo debido a su propia lucha contra la epilepsia. A pesar de las adversidades, Tania tomó la decisión de asegurar el bienestar de su hija, diagnosticada con mielomeningocele, pie equino varo e hidrocefalia.

El diagnóstico inicial para Camila pronosticaba la imposibilidad de caminar. Sin embargo, fue en Shriners Children's donde los médicos descubrieron que las pequeñas piernas de Camila respondían a los estímulos que les daban, sembrando en la familia la esperanza de verla de pie.

Hasta ahora, Camila ha atravesado 9 intervenciones quirúrgicas, y cada una ha dejado huella gracias al excepcional trato recibido por parte de todo el personal hospitalario. “Desde los doctores que la han cuidado hasta las enfermeras que la han acompañado; incluso los policías, todos nos han recibido con las manos abiertas y una sonrisa”, comparte Tania.

Camila ha logrado caminar con la ayuda de una andadera, sin embargo, durante cada visita al hospital, se asegura de pasar tiempo en su lugar favorito: el patio central.

Este espacio circular, adornado con jardineras en el centro y dividido por rampas para que los pacientes en sillas de ruedas puedan deslizarse, ha sido el escenario de momentos significativos en la vida de Camila. Fue aquí donde descubrió su pasión por la velocidad, una pasión que la impulsa a perseguir el sueño de convertirse en una atleta profesional. Cada visita es un recordatorio de su fuerza y determinación, y el patio central es testigo de su viaje hacia la grandeza.