Zoey: El regreso del paciente

En la cancha de fútbol, Zoey expande confianza. Con solo 15 años, es una atleta de élite que juega en el medio campo tanto para la escuela secundaria como para los principales clubes de fútbol. Sabe cuándo atacar y cuándo defender. Está en forma, es feroz y tiene el control.

Sin embargo, un fatídico día de otoño, la confianza de Zoey se desmoronó cuando, durante un juego, plantó la pierna izquierda y giró para evitar colisionar con un jugador que se aproximaba. Instantáneamente, Zoey cayó al suelo.

Cuando su rodilla comenzó a hincharse, el pediatra de Zoey la derivó a Ahmad F. Bayomy, M.D., Director Médico del Programa de Medicina y Salud Deportiva en el Hospital Shriners para Niños New England para llevar a cabo una evaluación adicional. El Dr. Bayomy confirmó que Zoey se había desgarrado el ligamento cruzado anterior y el menisco de la rodilla izquierda.

Al comprender que Zoey aspiraba a seguir jugando fútbol competitivo y corría el riesgo de sufrir un desgaste en su rodilla lesionada, el Dr. Bayomy recomendó que se sometiera a una cirugía reconstructiva del ligamento cruzado anterior y una reparación del menisco. “Nuestros objetivos en común incluían que Zoey volviera a tener el mismo nivel de función, evitar el dolor y la rigidez a largo plazo y disminuir el riesgo de lesión del ligamento cruzado anterior en cualquiera de las rodillas”.

Con la ayuda de una técnica quirúrgica mínimamente invasiva llamada artroscopia, el Dr. Bayomy usó dos de los tendones de los músculos isquiotibiales de Zoey para preparar y asegurar un nuevo LCA de una manera que respetara sus placas de crecimiento abiertas. También realizó una reparación de menisco para reparar el desgarro en el cartílago.

Apenas unos días después de la cirugía, Zoey comenzó un programa de ejercicios de fisioterapia en el hogar. Dos semanas después, comenzó un programa de fisioterapia de 12 meses en el gimnasio de rehabilitación del hospital.

“Después de la cirugía, mi rodilla estaba tan hinchada que no podía estirar la pierna, fue realmente un desafío”, contó Zoey. “Pero estaba decidida a volver a practicar el deporte que amo, no me importaba si me iba a llevar un año o más”.

En fisioterapia, Zoey trabajó en ejercicios de estiramiento, rango de movimiento y fortalecimiento. Aproximadamente a la mitad de su programa de rehabilitación, Zoey progresó a movimientos más activos, como correr, hacer equitación y saltar.

“Los pacientes que se recuperan de desgarros del ligamento cruzado anterior se someten a evaluaciones de deporte que demuestren qué tan cerca está el paciente de poder volver a practicar ese deporte”, explicó el Dr. Bayomy. “Zoey aprobó el examen final con gran éxito, y realmente representó el arduo trabajo y la dedicación que demostró en fisioterapia”.

Zoey estaba asombrada por los resultados.

“Fue como si la lesión nunca hubiera ocurrido”, dijo Zoey. “Ya no tenía limitaciones con mi rodilla”.

Los entrenadores deportivos de Shriners Children's trabajaron con el entrenador de Zoey y crearon un programa de entrenamiento modificado para usar durante la práctica. Comenzó con simulacros sin contacto y gradualmente aumentó a simulacros de contacto completo y, finalmente, a juegos competitivos.

Zoey regresó al fútbol este verano y se está preparando para el equipo universitario de su escuela secundaria este otoño. Su rodilla y su confianza están más fuertes que nunca.

“Estoy seguro de que puedo jugar al fútbol a nivel universitario”, dijo Zoey. “Gracias al Hospital Shriners para Niños New England tendré la oportunidad de lograrlo”.