Brennen está listo para el gran juego

Es hora de alentar al jugador profesional, Nick Allegretti, en el juego East-West Shrine

Aunque el próximo domingo, en la edición LV del Super Bowl, casi todos en la zona de Tampa Bay apoyarán a los Buccaneers y al mariscal de campo Tom Brady, Brennen, un niño Shriners, alentará a Nick Allegretti y los Kansas City Chiefs. Si bien también adora a los Bucs y apoya al equipo local, Brennen es un auténtico fanático de Allegretti desde que lo conoció, en 2019.

En aquel momento, el jugador, hoy estrella de la NFL, jugaba fútbol universitario por Illinois, y lo habían invitado a participar en el 94º East-West Shrine Bowl. Antes del juego, los dos pudieron conocerse en el “meet & greet” realizado en el Hospital Shriners para Niños de Florida para que los aficionados pudieran saludar a los jugadores. Y han estado en contacto desde entonces.

Según cuenta la madre de Brennen, Kolleen, la conexión entre Nick y su hijo fue instantánea. Pasaron el día conversando, haciendo pases de pelota y conociéndose. Nick incluso le pidió a Kolleen que intercambiaran los números de teléfono para que ella pudiera compartir las fotos que se había tomado con Brennen en el evento. Unos pocos días después, Brennen alentó con orgullo a su nuevo amigo mientras lo miraba desde las gradas.

“Después del juego, mientras Nick trotaba hacia la salida, Brennen lo llamó gritando su nombre. Nick miró hacia arriba enseguida e hizo un gesto de reconocimiento”, contó Kolleen. “Después, Brennen le pidió los guantes y, sin dudarlo, Nick fue al vestuario y se los dio a Brennen para que se los llevara a su casa”.

Hoy, el vínculo entre Brennen y Nick, que ya lleva dos años como jugador ofensivo, sigue fortaleciéndose. Desde que se conocieron, hace dos años, nunca dejaron de estar en contacto. Kolleen valora el sincero interés que Nick demuestra por su hijo, y cada tanto le envía al deportista fotos de Brennen jugando fútbol.

“Para él es una gran experiencia ver que su héroe participará en el Super Bowl por segunda vez en dos años”, dijo Kolleen. “Le encantó verlo participar en el juego del campeonato y no ve la hora de que llegue este fin de semana”.

Brennen nació con la cadera dislocada y fue derivado al Hospital Shriners para Niños de Florida cuando apenas tenía 2 semanas. Para corregirlo, Brennen tuvo que usar un arnés 24 horas por día durante los primeros tres meses de su vida. Cuando tenía 18 meses, había mejorado tanto que pudo dejar de usar corsé. Para asegurarse de seguir avanzando, Brennen, que pronto cumplirá 12 años, continúa asistiendo a Shriners Healthcare - Florida, donde nuestro equipo de médicos controla el progreso de su cadera.

“Los médicos y enfermeros, todo el personal, siempre nos han mostrado solidaridad y una gran capacidad de comunicación y servicio en cada visita”, aseguró Kolleen. “Y es por eso que Shriners siempre tendrá un lugar especial en mi corazón”.