Gracias al tratamiento de la escoliosis, una niña recupera su salud física y mental

Haylie llegó a los Hospitales Shriners para Niños de Northern California para recibir atención por su escoliosis después del tratamiento inicial con un médico especialista en columna vertebral a través de un sistema de atención médica integrado local. Haylie estaba muy adolorida, no podía ir a la escuela y luchaba contra la depresión. Los médicos le dijeron que nunca volvería a bailar ni a realizar actividades con un grado de exigencia física. Ella estaba destrozada. La danza era su pasión.

La madre de Haylie, Christina, se negó a aceptar la agonía constante de su hija y comenzó a buscar más soluciones. Encontró el Hospital Shriners de Northern California a través de un grupo de Facebook llamado "Madres y niños con escoliosis". El testimonio de una madre inspiró a Christina a acercarse y comenzar el proceso de autoderivación. Una vez que Haylie comenzó su tratamiento en el Hospital Shriners de Northern California, su vida mejoró drásticamente.

“Vino al [Hospital] Shriners y los médicos tenían toda la confianza del mundo en ella”, dijo Christina. “Le dijeron que con el cuidado adecuado podría hacer lo que quisiera”.

La principal prioridad para el cirujano ortopédico de columna vertebral Eric O. Klineberg, M.D., y todo el equipo ortopédico era trabajar con Servicios de ortesis y prótesis pediátricos - West, LLC, en el Hospital Shriners de Northern California para crear un dispositivo ortopédico para Haylie con un material acolchado adecuado para la piel. El objetivo del dispositivo ortopédico es mejorar y prevenir que empeore la curvatura en la columna de un niño sin cirugía.

“Noté una gran diferencia entre el dispositivo ortopédico que me dio mi otro médico y el de Shriners”, destacó Haylie. “Los que me daban antes me dejaban hematomas; en cambio, los de Shriners eran más acolchados. Estaba muy feliz porque eran enormemente más cómodos”.

Christina y Haylie remarcaron que la Dra. Klineberg y todo el personal siempre hacían todo lo posible para asegurarse de que ella estuviera cómoda, y hacían que cada visita fuera personal preguntándole sobre sus intereses y pasatiempos. Christina recordó una ocasión específica en la que un programador llegó a hacer un cambio de último minuto para conseguirle una visita con su ortopedista favorito, a pesar de que tenía cita originalmente con otro profesional. Incluso el entorno del hospital ayudó a hacerla sentir cómoda y menos avergonzada por tener escoliosis.

“El hospital se siente como un hogar para mí”, dijo Haylie. “La gente no me mira como si fuera diferente en Shriners. Me encanta estar con otros niños que están superando obstáculos en la vida como yo”.

Su confianza y ánimo estaban mejorando para el momento en que usaba el segundo dispositivo que le confeccionaron en el Hospital Shriners de Northern California, un alegre dispositivo con los colores del arco iris. Haylie se acuerda especialmente de este corsé porque fue el primero que usó en público.

Con el tiempo, el corsé mejoró la curvatura en su espalda. El personal del Hospital Shriners de Northern de California le había brindado a Haylie la atención que necesitaba para cambiar su historia. Y lo imposible de repente se volvió posible.

“Cuando finalmente me dijeron que podía quitarme el corsé, no podía creerlo y simplemente comencé a llorar”, dijo Haylie hacia el final de su experiencia de atención médica. “Y le pregunté: '¿Puedo volver a bailar?' A lo que el médico respondió: 'Absolutamente'. Fue el mejor día de mi vida”.

Haylie ha vuelto a la danza competitiva de tiempo completo con Sacramento Showbiz Productions, una compañía de danza con la que ha estado practicando durante dos años. También es una estudiante de inglés con honores.

“Quiero agradecer al personal por ser tan amable, cariñoso y atento, y por realmente cuidar a mi hija de la forma en que yo habría querido hacerlo”, dijo Christina. “Cuidan a sus hijos como uno mismo lo haría”.

Tras recuperar su salud, tanto mental como física, la intención de Hailey es retribuir por lo que ha recibido mostrando a otros niños que los sueños pueden hacerse realidad para las personas con discapacidades. Quiere empoderar a otros niños y, a menudo, responde correos electrónicos y llamadas telefónicas para brindarles esperanza y guía.

“Si tienen escoliosis, vayan directamente a Shriners”, afirmó Haylie. “¡Créanme, no se arrepentirán!”