Una talentosa paciente rinde honor a los enfermeros que le brindaron una atención que transformó su vida y la motivaron en su nueva meta profesional

Solo un día después de realizarse una cirugía para corregir una curvatura en la columna, Lorryn, que entonces tenía 15 años, volvió a tomar su guitarra por primera vez. Las melodías de sus canciones favoritas de Ed Sheeran que salían de sus dedos al tocar con una comodidad sorprendente pronto se convirtieron en el himno de su estado natal de Tennessee.

“Había un chico que se operó el mismo día que yo y me escuchaba tocar”, cuenta Lorryn. “Era muy fanático de los Volunteers, así que yo le tocaba Rocky Top y él realmente parecía alegrarse”.

Lorryn, que además de ser guitarrista es violinista, cantante y artista, comenzó su lucha contra la escoliosis en los Hospitales Shriners para Niños de Greenville cuando tenía 13 años. Los médicos primero la monitorearon minuciosamente para ver si el uso de un corsé podría ser una opción para la talentosa niña de Newport. Pero cuando experimentó un avance de 17 grados en su curva en un breve período de seis meses, quedó claro que sería necesario realizar una cirugía.

“Tenía problemas de movilidad y sentía dolor”, recuerda Lorryn. “Estaba preparada para la operación, pero no sabía que mi estadía en el hospital sería tan divertida”.

¿Divertida?

“Todas los enfermeros, desde el área de cirugía hasta el piso de pacientes hospitalizados, hicieron que mi experiencia fuera increíble. Incluso por la noche, cuando era realmente difícil salir de la cama y era muy duro estar lejos de casa, hicieron que todo fuera agradable. De inmediato sentí que eran como de mi familia”.

Ahora, con 16 años y estudiando desde su hogar para graduarse de la escuela secundaria en 2021, la meta de Lorryn es regresar al Hospital Shriners de Greenville algún día para trabajar como enfermera titulada. Lista para iniciar su carrera universitaria en Walters State Community College en Morristown, Tennessee, dice que siempre supo que quería ser una enfermera pediátrica, pero ahora sabe exactamente dónde hará realidad el “trabajo de sus sueños”.

Mientras tanto, en la estación de enfermería de la unidad donde Lorryn recibió una atención que le cambió la vida, hay colgado un dibujo creado por ella... esperando por su regreso.