Los cuidados multidisciplinarios ayudan a un paciente a tratar varias enfermedades

Descrita como “la alegría del hospital” por un miembro del personal de los Hospitales Shriners para Niños de Greenville, se podría decir que Catlynn es parte de la familia de los Hospitales Shriners. Catlynn, paciente desde que tenía 3 años, fue diagnosticada con tres afecciones. Estas afecciones son: parálisis cerebral, un trastorno permanente del movimiento de nacimiento o adquirido cuando estaba en el útero; parálisis de Erb, nervios dañados que causan la parálisis del brazo; y plexo braquial bilateral, una lesión que limita la capacidad de la médula espinal para enviar señales al hombro, al brazo y a la mano. Tratar las tres afecciones puede ser complejo. Sin embargo, se han tomado varias medidas para proporcionarle a Catlynn el mejor plan posible para hacerle frente a la vida diaria.

Catlynn se ha sometido a operaciones en ambas piernas, en las caderas y en el brazo derecho. El propósito de cada operación es brindarle a Catlynn un rango más amplio de movilidad. Hace poco, bajo la atención de Michael Mendelow, M.D., Catlynn se sometió a una cirugía de tracción con halo para combatir la escoliosis que se generó por sus otras afecciones. La tracción con halo consiste en tirar hacia arriba la cabeza y la columna vertebral usando un sistema de poleas con peso para elongar y ayudar a enderezar la columna. El tratamiento ha requerido una estadía en el hospital de casi tres meses.

Tres meses pueden parecer una estadía desmoralizante y abrumadora, pero la madre de Catlynn, Ericka, nos contó que su hija está pasando “el mejor momento de su vida”. Desde el día posterior a la última cirugía, Catlynn tomó clases de baile, aprendió nuevas recetas del personal de cocina, jugó a Deal or No Deal con el personal del departamento de rehabilitación ¡e incluso se postuló para ser presidente del hospital! La valiente niña de 11 años no dejó que nada evitara que disfrutase de sus actividades favoritas. Fuera del Hospital Shriners de Greenville, a Catlynn le gusta ser porrista, bailar y nadar. Tenía muchas ganas de volver a sus pasatiempos con más fuerza que nunca.

Ericka destacó la atención especializada que recibió su hija. “El tratamiento fue magnífico en todo sentido”, dijo. Además, agregó que ahora Catlynn tiene “otra familia” gracias al personal del hospital.

El objetivo del personal del Hospital Shriners de Greenville es brindarle a cada paciente una atención excelente y permitir que vivan su vida de la mejor manera posible. Gracias a donaciones que cambian la vida, niños como Catlynn reciben el tratamiento y las herramientas que necesitan para lograr eso mismo.