A nuestros gestores del cuidado: gracias

Queremos reconocer a estas extraordinarias personas que conforman el equipo de gestión del cuidado de los Hospitales Shriners para niños de Honolulu

Los coordinadores de atención se ocupan de articular con eficiencia los diferentes aspectos de la atención de los pacientes y sus familias, tanto en lo físico como en lo conductual. Conectan al niño y su familia con los profesionales de la salud correspondientes (médicos, asesores, fisioterapeutas, etc.) y coordinan los medios de transporte necesarios para que puedan asistir a las citas. También crean un plan de atención médica individualizado, adaptado a las necesidades específicas de cada paciente, que incluyen sus preferencias en los aspectos físico, mental, social y cultural.

Y lo más importante: los gestores del cuidado trabajan en colaboración con otros equipos del hospital para garantizar que se brinden la atención y los tratamientos apropiados durante todo el proceso de atención médica del paciente.

La coordinación de la atención (también llamada "administración de casos") no es para cualquiera. El puesto precisa una persona fuerte y resuelta, que pueda superar los numerosos desafíos que se le presentarán todos los días. Cualquiera sea el problema que surja, el coordinador reacciona con empatía, compasión y amor (aunque siempre con firmeza).

No importa cuánto tiempo se haya cumplido una función: siempre hay algo nuevo que aprender. Y si le pregunta a un coordinador de atención, le dirá que es precisamente por eso que este puesto es tan gratificante.

En efecto, la responsabilidad que tienen estos héroes de la atención médica puede ser inmensa, y es por eso que solo una persona especial puede ostentar el título de administrador de atención. A continuación, la historia de dos de las extraordinarias personas que conforman el equipo de gestión del cuidado de los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu.

Cynthia “Cindy” Shimabukuro, LSW, CCM

Cindy comenzó su carrera hace 30 años. Es trabajadora social autorizada (LSW, por su sigla en inglés), obtuvo su certificación en 2019 y hace poco cumplió un año en el área de coordinación de la atención.

“Siempre quise ocupar un puesto que me permitiera ayudar a las personas a superar situaciones difíciles. Elegí el trabajo social para poder estar disponible para los demás cuando más ayuda necesitaran. Hoy, la gestión del cuidado me permite estar presente cuando alguien necesita apoyo y orientación durante alguna experiencia complicada”, contó Cindy.

El deseo de Cindy de servir a los demás en los momentos de mayor necesidad la llevó a los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu en julio de 2017.

“En mi carrera hice diferentes tipos de trabajo social. Siempre sentí interés por el trabajo social en el sector médico y la gestión del cuidado, y estaba lista para capacitarme en un área distinta del trabajo social”, añadió Cindy.

Tres preguntas a un coordinador de atención

¿Por qué se sumó a la 'ohana’ (familia) de los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu?

Los Hospitales Shriners para Niños tienen una reputación maravillosa en la comunidad; lo que me atrajo es la combinación de una excelente organización y nuevas experiencias.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

Me gusta la variedad. Cada día es diferente y representa un nuevo reto y una nueva oportunidad de aprendizaje. En los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu tenemos un excelente equipo, y me encanta interactuar con todo el personal y los diferentes departamentos. Las familias y los niños son increíbles, y nos inspiran todos los días.

¿Quiere compartir alguna experiencia que le haya recordado por qué hace lo que hace?

Hace poco ayudé a uno de nuestros padres con un niño muy enérgico para que tuviera tiempo de cocinar sus comidas. Todas las mañanas lo llevaba a pasear en carrito por todo el campus. Su enorme sonrisa, su entusiasmo cuando salíamos con el carrito y la forma en que saludaba con alegría a todos los que pasábamos en el camino todavía hoy me hacen sonreír.

Helena Pontillas, LSW, CCM

Helena llegó al Hospital Shriners de Honolulu en junio de 2005 para cubrir un puesto de coordinadora de atención que estaba vacante. Según explicó, se sentía identificada con la misión del hospital, sobre todo la oportunidad de crear un “ambiente solidario, centrado en la familia y basado en la atención colaborativa” tanto para el niño como para su 'ohana’.

“Valoro mucho poder relacionarme con nuestros pacientes de manera personal y ser parte de su experiencia en (el Hospital) Shriners”, agregó.

Más de 15 años después, Helena sigue valorando la posibilidad de forjar vínculos y aprender cosas nuevas en el proceso.

“En los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu, tenemos la oportunidad de conocer personas de muchos lugares del otro lado del Pacífico, tanto los pacientes que necesitan atención como los seres queridos que vienen a apoyarlos. Me encanta aprender sobre su cultura, su tradición y su tierra natal. Podemos ver cómo se transforman sus vidas gracias a la atención ortopédica especializada que les brinda el maravilloso personal del hospital, y nuestras vidas también cambian al conocer a las personas que atendemos”, aseguró.

Tres preguntas a un gestor del cuidado

¿Qué la motivó a adentrarse en el campo de la coordinación de la atención?

Me gustan los retos y el ritmo acelerado de mi trabajo, pero lo más importante es que puedo estar con los pacientes y sus familias durante toda la experiencia, desde su admisión hasta el final del tratamiento, el alta y la vuelta a casa. Tengo la posibilidad de cultivar una relación con jóvenes increíbles y con sus familias mientras voy solucionando cualquier inconveniente que pueda surgir durante su atención. Y en esto puedo aplicar todas mis aptitudes como trabajadora social.

¿Quiere compartir alguna experiencia que le haya recordado por qué hace lo que hace?

Entre mis recuerdos favoritos están las experiencias con pacientes que vinieron de países en los cuales no había acceso a un tratamiento ortopédico especializado para su afección específica. Cada tanto, llegan a los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu algunos pacientes que no pueden caminar, pero que al final del tratamiento logran salir caminando por la puerta principal. Yo tengo la posibilidad de ser parte de estas experiencias transformadoras, y cada una de ellas es un recuerdo que atesoro.

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

Me gusta pasar tiempo con mi familia, hacer los crucigramas del New York Times, leer y trabajar en proyectos de mejoras en casa.